En una sala del Centro Histórico de Guadalajara, Sergio comenta que le gusta poner canciones de rock clásico en inglés: temas de Aerosmith, Metallica y Kiss están entre sus favoritosEsta es una de las maneras en las que decide pasar el tiempo dentro del Centro de Jóvenes Alcohólicos y Adictos Guadalajara A.C., en donde, desde hace cuatro meses, trata de recuperarse de su adicción al cristal. Como él, otras 14 personas intentan superar sus problemas con las drogas.“Hay un interés por el bienestar de la gente. En los de puerta cerrada sólo hay interés económico, además de violencia”, cuenta. En el inmueble, ubicado en el primer cuadro tapatío, aquellos que deciden ingresar lo hacen de manera voluntaria.Hace 13 años, Tanya también lo hizo para superar su alcoholismo. Actualmente funge como “madrina” y guía a otros internos en su proceso.“Nos apoyamos usando nuestras propias experiencias y nosotros mismos somos los que aportamos para los gastos de la casa “, explica la colaboradora. Sin embargo, los requerimientos del espacio también son solventados por aportaciones voluntarias. Por los pasillos de la finca se puede ver a sus habitantes mientras limpian el suelo, lavan los trastes o preparan alimentos.A lo largo del día se reúnen para tener juntas, en las que hablan de su experiencia con las adicciones y de su proceso para superarlas.Tanya agrega que, luego de unos meses, cuando se sienten listos para hacerlo, pueden salir, aunque la puerta siempre queda abierta para que continúen su participación e incluso apadrinen a otra persona.Las estancias se llevan a cabo durante el tiempo que se requiera la atención.