Cada uno de los árboles que caen en la ciudad, especialmente durante la temporada de lluvias, es procesado por la Dirección de Medio Ambiente de Guadalajara para que regresen nuevamente al ecosistema y den vida de nueva cuenta a las áreas verdes del municipio. De acuerdo con el jefe de la Unidad de Arbolado de esta dirección, Pablo García, cada árbol que es recolectado en el municipio por la dirección de Parques y Jardines es llevado al centro de Manejo Integral de Residuo Forestal del municipio, donde pasa por un proceso de molienda con la cual se procesa un compostaje mediante el cual se obtienen distintos productos que son reintegrados a las áreas verdes, jardines, parques y camellones del municipio, como la composta misma o el mulch. Incluso, explicó el director, es posible generar tierra nueva con los componentes y nutrientes necesarios para sembrar en ella las semillas, plantas, flores y árboles nuevos que son generados por el vivero del municipio para este tipo de espacios mencionados. Al año, dijo Pablo García, se acopian y muelen entre 10 mil y 13 mil metros cúbicos de residuo de arbolado para la producción de composta y nutrientes forestales, con los cuales se podrían llenar entre 10 y 11 albercas olímpicas. "Estos árboles que caen todos son agendados por la dirección de Parques y Jardines, cabe señalar que pueden caer hasta 70-80 árboles por día, por temporal, entonces es exhortar a la ciudadanía a que nos tenga un poquito de paciencia, pero todos y cada uno de los árboles reportados está rastreado y a través de la coordinación entre Parques y Jardines, Protección Civil y la dirección de Medio Ambiente trabajan en este operativo para hacer lo antes posible el retiro del arbolado caído", expresó García. Lo anterior, dijo, puede demorar algunos días ya que no solo se trata de retirar el ejemplar (previamente segmentado para evitar algún percance), sino que además se hace un proceso en el lugar donde cayó para retirar la raíz vieja y plantar un nuevo árbol, ya sea en el mismo espacio donde cayó o en un sitio cercano, pero siempre garantizando que el árbol sea repuesto. Durante 2020, añadió, cayeron y se suplantaron alrededor de 800 árboles. “El que hagamos este trabajo, acopio y manejo de este residuo garantiza que el carbono siga fijado al suelo, es decir, con esto evitamos que este residuo se vaya a la combustión y sea regresado a la atmósfera. Con esto garantizamos que este residuo sea movido y sea reintegrado con otro tipo de proceso al suelo, contribuyendo a mitigar un poco el tema del cambio climático”, añadió el director.