Los días de calor han sido intensos en el Área Metropolitana de Guadalajara y aunque ya estamos en la temporada de huracanes, tanto en el océano Pacífico como en el Atlántico, las lluvias parece que todavía tardarán en llegar. Sí, por desgracia, el calor no se va. Ante esto, son muchos los deseos de que caigan las primeras lluvias, algunos, a manera de plegaria, piden al poder supremo que tenga compasión; otros realizan ciertos rituales que, dicen, favorecen la aparición de precipitaciones. Ante el calor, todo vale.Quizás el más conocido de los rituales para atraer la lluvia es la danza. Se trata de un baile ceremonial que realizaban los indios para pedir a sus dioses un buen temporal de lluvia que favoreciera a sus cosechas. Según el sitio Mendoza Post, “para eso deben hacer dos líneas paralelas: los hombres en un lado, y las mujeres en otro. Debe haber una distancia entre ambas líneas de un metro veinte aproximadamente. Luego deben adelantar el pie izquierdo. Ambas líneas levantan el mismo pie”."El siguiente paso que deben realizar es levantar el pie derecho mientras se avanza dando pequeños saltos a la vez que se pisa con fuerza. Los hombres pueden hacer más fuerza que las mujeres, mientras que estas pueden mantener un movimiento más femenino. Repite el paso con el pie izquierdo, el pie derecho en alto y pisar fuerte"."Un paso libre en el que los hombres paran, giran y hacen movimientos imitando al viento, mientras las mujeres pueden cantar y corear la canción. Déjate llevar por la música y mueve el cuerpo, brazos y pies a tu aire".Otro ritual tiene que ver con la petición expresa la fuerza divina, es decir, recurrir a santos milagrosos que tienen fama de intervenir ante Dios por el favor del agua. "San Antonio, quizás, es el más implorado a la hora de hacer llover, consigna Luis Gudiño Kramer en su libro Médicos, magos y curanderos. Y es San Jerónimo quien resulta eficaz contra los relámpagos y las tormentas. También se ruega la intercesión de los santos Isidro, Osvaldo, Roque, Francisco, Ambrosio y Silvestre".En Jalisco, es una tradición que la Virgen de Zapopan sea llevada al Lago de Chapala para pedir un buen temporal de lluvias y la práctica tiene mayor resonancia cuando se ha antecedido de una sequía profunda o una fuerte onda de calor.Pero también ante los eventos climáticos extremos (lluvias persistentes y largas sequías) el mundo católico se caracteriza por respuestas culturales propias. Las rogativas son oraciones públicas que se hacen para pedir a una divinidad o a un santo la solución de un problema. Las rogativas meteorológicas son de dos tipos: para que llueva (pro-pluvia) y para que cese de llover (pro-serenitate temporis). San Isidro Labrador, obrero pobre del campo, tú, que estás cerca de Dios, tú, que tienes poder de santo: ¡Ay, danos lluvia fecunda pa' fertilizar los campos!OA