Desde que terminaron de instalar los bolardos en la zona del vestir de Medrano, durante la pasada administración, Javier González ha visto al menos una decena de vehículos chocar contra los que se ubican en la esquina de su negocio, en la calle Edison. Los autos han sufrido daños y hasta han quedado atorados con el mobiliario urbano.El problema es que las estructuras fueron colocadas en las esquinas, que se ampliaron para hacer pasos peatonales. Eso redujo el arroyo de la calle incluso para que los autos den vuelta. Y para colmo, la altura de los bolardos no rebasa 40 centímetros, por lo que no son fáciles de distinguir.Desde Edison hasta Francisco Márquez (unas 12 cuadras de extensión) se instalaron 324 bolardos que parecen ser de concreto, pero están rellenos con hielo seco.Según un conteo de este medio, prácticamente la tercera parte (95) presenta daños.Los comerciantes están insatisfechos. Los locatarios de un negocio en Irineo Paz los quitaron y pusieron unos por su cuenta.Ramiro Villarruel, presidente de la Unión de Comerciantes de la Zona del Vestir de Medrano, señaló que, a siete meses de concluir la obra, buscan que las autoridades los cambien. “Son una verdadera porquería”.El miércoles pasado, la Zona del Vestir de la calle Medrano lucía un tanto desolada. Pocas personas caminaban por los negocios, que padecían de baja o nula clientela. Los comerciantes atribuyen esa situación a una combinación de factores que van desde los parquímetros virtuales hasta la inseguridad, explicó Ramiro Villarruel, presidente de la Unión de Comerciantes.“Hoy (el miércoles) convocamos a una junta urgente en la calle La Fragua para tratar varios temas. Número uno: ventas, porque está bastante caída la zona; la número dos es parquímetros, que también creemos que han sido un factor determinante para que la gente deje de venir”.El líder comerciante explicó que los clientes ya tienen miedo de ir a comprar porque las infracciones son muy caras. “Tenemos a la gente de Parquimóvil en cinco o seis lugares donde venden el tiempo y nadie tiene, entonces los clientes dicen: ‘¿Qué hago?’. Los inspectores andan con todo aquí y la verdad de las cosas es un factor que ha influido en el tema de que la gente no venga”.Además, la inseguridad que padecen en la zona, afirmaron, es crítica. Sobre todo los viernes, cuando se instala el tianguis. “Seguimos sufriendo de los motoladrones y, en fin, son varios temas de seguridad”.Las obras públicas incompletas en la zona son otra causa que los convocó a la reunión. Ésta fue publicitada mediante un auto sonoro que circulaba lento para llamar a los interesados: “Locatarios, arrendatarios, dueños de locales de la Zona del Vestir Medrano, se les convoca a una junta en la calle 58...”.Ramiro Villarruel recordó que el problema es relativamente nuevo, pues data del año pasado, cuando el presidente municipal era el hoy gobernador, Enrique Alfaro.“Es una obra que quedó inconclusa porque se terminó la administración y quedaron detalles pendientes”.Sus peticiones serán llevadas ante las autoridades municipales, con el ánimo de que los atiendan y mejoren las condiciones en la zona, de la que dependen cientos de familias.
