Los tres estudiantes de cine desaparecidos desde el pasado 19 de marzo en Tonalá fueron asesinados por miembros del cártel Nueva Generación, presuntamente, por disputas que mantenían con el cártel Nueva Plaza, informó la Fiscalía General del Estado.De acuerdo con las investigaciones, los jóvenes grababan un video en una finca conocida como “La Cabaña”, la cual cuenta con un amplio antecedente criminal y ha sido vinculada a la célula opositora a Nueva Generación.La Fiscalía explicó que los jóvenes utilizaban dicha finca debido a que había sido prestada por la tía de uno de ellos, quien se dijo propietaria de la misma durante las indagaciones, y quien actualmente se encuentra bajo prisión preventiva por lenocinio.Sin embargo, la dependencia señaló que el inmueble, utilizado como casa de seguridad del cártel antagónico era propiedad de Diego Mejía, detenido en la finca en 2015, junto con cinco personas más, ligadas a Nueva Plaza, liderado por “El Cholo”.Por este motivo, y según explicó la Fiscalía, los jóvenes habían sido privados de la libertad debido a que los integrantes de Nueva Generación buscaban obtener información sobre la organización contrincante y el paradero de Diego Mejía.Según las investigaciones, los jóvenes fueron privados de la libertad sobre Periférico Oriente, a la altura del Fraccionamiento colinas de Tonalá, para posteriormente llevarlos a una finca en la calle Lechuza 8991, en la colonia Pinar de Las Palomas, en Tonalá, donde los habían tenido en cautiverio para interrogarlos y torturarlos. Liz Torres, jefa de las investigaciones, explicó que fue en este punto donde habrían sido asesinados, el mismo día de la privación de la libertad de acuerdo con indicios genéticos.Luego de esto, según precisó Torres, los jóvenes habrían sido llevados a una tercera finca, ubicada en el número 450 de la calle Amapola de la colonia Prados de Coyula, también en Tonalá, misma que según la Fiscalía era utilizada para la disolución de cadáveres, pues en ella fueron hallados 46 bidones, ácido sulfúrico y tres tinacos con dicha sustancia, utilizada comúnmente para la disolución de cadáveres. “Por estos hallazgos se presume que ahí pudieron ser diluidos los cuerpos”.Sin embargo, también se informó que los indicios genéticos recabados durante el proceso de investigación sólo corresponden al ADN de Marco Francisco Ávalos y Jesús Daniel Díaz y hasta ahora no se ha obtenido material que pueda ser relacionado al perfil genético de Salomón Aceves.Por el caso de los estudiantes, de los cuales no se encontró que tuvieran algún vínculo con el crimen organizado, la Fiscalía identificó a ocho participantes, de los cuales dos ya fueron detenidos y vinculados a proceso (Gerardo “N” y Omar “N”), mientras que “El Canzón”, quien vivía en la finca donde los estudiantes fueron torturados, fue asesinado el 2 de abril, en Guadalajara. Según informó la jefa de investigaciones, aún se cuenta con seis órdenes de aprehensión.De acuerdo con las investigaciones de la Fiscalía por la desaparición de los tres estudiantes del CAAV, sólo han sido localizados indicios que corresponden a perfiles genéticos de Marco y Daniel.Según la coordinadora de Laboratorio de Genética del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, Karina Hernández, fueron recibidas cerca de 100 muestras, de las que ya fueron analizadas 67 que dieron como resultado 20 perfiles; de éstos sólo dos coinciden con el ADN de Marco Ávalos y Jesús Díaz.La funcionaria aclaró que no quiere decir que el resto del material corresponda a otras tantas víctimas, sino que pudieron ser parte de muestras que dejaron otras personas. Agregó que es posible que del resto de muestras aún pueda localizarse algún perfil que corresponda a Javier Salomón Gastélum, aunque “no es una certeza que del material biológico, como se dieron las circunstancias sea posible encontrarlos (...) los indicios como dicen, no tienen palabra”.