Los vivos tomaron las calles durante la tarde de los muertos vivientes en Guadalajara. Familias, niños, personas paseando a sus perros y alguno que otro ciclista opacaron la presencia de zombies en la marcha que lleva su nombre.Las personas caracterizadas como muertos alcanzaba poco menos de la tercera parte de los asistentes a la manifestación que circulaba por Avenida Hidalgo a escasas dos cuadras de otra, el Desfile del Día de Muertos.Fotogalería: Zombies invaden GuadalajaraDe las personas que sí acudieron disfrazadas sobresalían varios personajes: un Sombrerero loco zombie, una dama de la sociedad colonial que la putrefacción de su piel le había quitado todo el cabello y el más impresionante de todos, un sujeto con la mandíbula infectada y una enorme prótesis de una garra ensangrentada.Él era el más solicitado para las fotos por los asistentes y curiosos, junto a un científico loco que murió durante un experimento. También había un pitbull zombie arrastrando a su dueña, enfermeras, soldados, piratas y personajes de anime.Un trío de soldados zombies asustaba a los curiosos que les tomaban fotos, entre ellos a un niño al que hicieron llorar y tuvo que ser consolado por sus padres."No pasa nada, son personas disfrazadas. Sólo están jugando", le decía su madre mientras lo abrazaba.También había otras personas caracterizadas como calaveras y catrinas.Por varios momentos la marcha tuvo que detenerse debido al tráfico de avenida Hidalgo y el tumulto de gente se tardó más de 10 minutos en cruzar Mariano de la Bárcena.Cuando pasaban el Mercado Corona se toparon con una discusión verbal entre un calandriero y un taxista que casi termina a golpes pero no detuvieron su camino.Al llegar a Plaza Liberación, la multitud de muertos y vivos se desintegró entre los escultores de cantera y la carpa de la Expo México Minero.