La historia de la Universidad del Valle de Atemajac (UNIVA) comenzó en 1962. Este año ya son 60 años de un proyecto educativo que tiene como principales objetivos poner al alumno y el proceso en el centro, la formación integral y la calidad de los servicios, compartió Beatriz Echeveste, directora del plantel Campus Guadalajara.Esto se refleja en los campus con los que cuenta en la zona Centro Occidente del país, pero también en las certificaciones y acreditaciones académicas que tiene, como la Acreditación de Federación de Instituciones Mexicanas Particulares de Educación Superior (FIMPES) 2020-2025, la cual señala que los diferentes planteles cumplen con los indicadores de capacidad y efectividad establecidos.O como la de los Comités Interinstitucionales para la Evaluación de la Educación Superior (CIEES), que tan sólo el año pasado, en medio de la contingencia sanitaria por COVID-19, acreditó a la Licenciatura en Animación Arte Digital y Multimedia, Derecho y Nutrición del plantel Guadalajara; los de Nutrición, Comercio y Negocios Internacionales del plantel Zamora y el programa de licenciatura en Derecho del plantel La Piedad.Pero estos objetivos también se reflejan en el modelo educativo de pedagogía interactiva, el cual señala que toda actividad debe estar encaminada a la atención permanente de nuestros alumnos. “Nuestro propósito es que los alumnos logren el aprendizaje y su desarrollo profesional y científico. Pero también la formación integral, es decir, proporcionamos todos los apoyos para que tengan todos los apoyos en el ámbito de lo social, físico, espiritual, de las mismas actividades que les lleven a que su aprendizaje sea más efectivo”, señaló la directora.Con la experiencia que tiene la UNIVA con los alumnos que se insertan rápido en el mundo laboral, sus horarios son comprimidos, ya sea por la mañana o por la tarde-noche en el programa IMPULSO o con posgrados los fines de semana para que los profesionales puedan continuar con su trabajo.“Principalmente destaco un sistema cuatrimestral, que permite que los alumnos tengan una vida académica muy intensa porque las vacaciones no coinciden con otras escuelas, pero esto permite que se puedan insertar más rápido en el mundo laboral”, apuntó.Otra forma de ayudar a insertarlos en lo laboral es tener la enseñanza de los idiomas inmersa en el plan de estudio, así como actividades de aprendizaje que incluyen compromiso social permanente, emprendurismo y experiencias internacionales, las cuales no necesariamente tienen que ver con intercambios sino con la relación con profesores de otros países y alumnos extranjeros a través de la virtualidad.Además de todo el aprendizaje que conlleva estudiar en la UNIVA, Echeveste destacó la misma infraestructura del campus Guadalajara como un beneficio, pues, en sus palabras, tiene una “arquitectura que invita mucho a la estancia en el campus”.No exagera. El lugar tiene aulas equipadas con mobiliario adecuado, servicios de internet inalámbrico y alámbrico, laboratorios especializados y actualizados para todas las carreras y espacios deportivos, como gimnasio y alberca, “porque el deporte para nosotros es una actividad que logra que el personal y alumnos tengan mucho mejor salud y bienestar”.Además de instalaciones para actividades magnas, como el auditorio, salones para reuniones, conferencias y talleres.Por otro lado, pese a la pandemia de COVID-19 en la Universidad no han parado actividades, ya sea por la vía virtual, presencial o híbrida. Siempre manteniendo los protocolos y requisitos marcados por el gobierno del Estado.Pero también han sabido continuar con la integración de alumnos a la misma escuela y su grupo. “Trabajamos para que exista un buen ambiente que propicie el estudio, la formación y el crecimiento.Ahora trabajamos mucho en la cuestión de la relación social, con las medidas y limitaciones que tenemos por la pandemia. Creemos que son situaciones que se tienen que reflexionar y trabajar en grupos y los maestros se han estado capacitados para provocar una integración en los grupos de manera adecuada”, señaló.gc