La Casa Tíbet México en la ciudad de Guadalajara tiene nueva sede: a partir de este fin de semana, se mudan a sus nuevas instalaciones ubicadas en la calle Mariano Azuela, número 24, en la colonia Jardines Vallarta de Guadalajara.A casi 28 años de la inauguración oficial de la sede de la Casa Tíbet en la ciudad, se mudan a las nuevas instalaciones tras haber permanecido por varios años en la calle Justo Sierra 2570 – 1, domicilio ubicado en la colonia Ladrón de Guevara.El Lama, Tony Karam, presidente y fundador de la Casa Tíbet México, destacó la adquisición del inmueble que albergará a los integrantes de la comunidad en Guadalajara.“Para nosotros representa un momento de evolución muy importante porque es un inmueble que, tras muchos años de trabajo, pudimos adquirir, que nos pertenece y que hemos adaptado y remodelado para los usos y actividades que son propias de la Casa Tíbet aquí en Guadalajara”.“Es una casa donde trabajamos con la rica herencia cultural de la civilización budista-tibetana en general. Tenemos un programa formativo que se centra en la instrucción y enseñanza de las ciencias contemplativas tibetanas”, dijo el Lama, Tiny Karam sobre el objetivo del lugar.Entre las actividades que se realizan en la Casa Tíbet Guadalajara están las siguientes:Según el Lama, Tony Karam, cualquier persona que esté interesada, puede acudir a la sede de la Casa Tíbet Guadalajara para desarrollar las actividades relacionadas a la filosofía de la meditación y espiritualidad oriental.A diferencia de otras filosofías, el budismo no busca ser proselitista ni buscar adeptos, sino impulsar la transformación moral y cultural de la sociedad mexicana para que haya un cambio.“La transformación moral y transformación cultural de México en términos de un sesgo de una sociedad más integrada, más plural, más tolerante y con una vocación de mayor compromiso para el desarrollo evolutivo y el desarrollo en general”.El Lama Tony Karam resaltó que, debido a que el budismo no es una religión y sí una filosofía, nunca han tenido conflictos con otras instituciones religiosas, incluso, han colaborado con otras instituciones para llevar a cabo diversas actividades: “se trata de una tradición que interactúa con mucha naturalidad y éxito con quien sea siempre y cuando los valores sean compatibles y paralelos a los que propone la tradición budista que tienen que ver con el cultivo y fortalecimiento de la bondad y el amor”.MM