Sólo adultos mayores de 60 años con apellidos que inicien con C, D, E y F fueron admitidos para recibir la vacuna contra el COVID-19 en la jornada de este sábado. En el módulo de San Rafael, la fila ni siquiera llegaba a la esquina de San Jacinto, y las personas tardaban poco más de dos horas desde que se formaban hasta salir.“Oiga, pero ya llevo una hora formada”, se quejó una mujer cuyo apellido iniciaba con J; “Sí, señora, pero no le toca aún, hoy nada más C, D, E y F”; “Pero no es justo”; “No es justo para los demás, señora, espérese a que le llamen”, contestó firme el empleado del Ayuntamiento de Guadalajara al ingreso a las instalaciones.Desde las ocho de la mañana comenzaron a ingresar los primeros al parque sobre la calle Medrano.A lo largo de la fila de ingreso, trabajadores del Ayuntamiento y Servidores de la Nación revisaban que los adultos mayores trajeran todos sus papeles: INE, comprobante de domicilio y el folio de registro de Internet. Si algún papel les llegaba a faltar o alguna copia, uno de los empleados los conducía a un pequeño módulo donde les conseguían el documento faltante.Las personas que llegaban en silla de ruedas pasaban al inicio de la fila sin necesidad de hacer cola, pero tenían que tener los apellidos de las cuatro letras.Incluso podían vacunar con las letras A y B, en caso de que no hubieran alcanzado los dos días anteriores. La dinámica era primero conducirlos hacia el Gimnasio Panamericano, donde se acomodaron 500 sillas en una de las canchas y 450 más en la otra.Como llegaban, los acomodaban en la primera cancha y, cuando ésta se llenaba, comenzaban a vacunar por filas mientras se llenaba la otra; cuando ya estaba llena la segunda, los vacunaban mientras se vaciaba la primera.Con esto, la fila no dejaba de avanzar pese a que permanecían en reposo media hora después de la aplicación de la vacuna, a la espera de ver si había reacciones secundarias.Afuera, se acomodaron sillas entre los árboles para que los parientes esperaran en la sombra mientras su familiar era vacunado y reposaba media hora.Con las estrictas medidas, el caos que padecieron miles de adultos mayores que hicieron filas incluso por días, se redujo a una espera ordenada de dos horas.NR