Como un ejercicio de acompañamiento psicosocial a menores con familiares víctimas de desaparición en Jalisco, la organización civil del Centro de Justicia para la Paz y el Desarrollo (CEPAD) realizó un fanzine por medio de 12 talleres con 22 niños y adolescentes mediante el cual se busca visibilizar el sentir y las necesidades de los menores ante esta crisis humanitaria.Rocio Martónez Portillo, coordinadora del área psicosocial de CEPAD, comentó que el fanzine, denominado “Infancias sonoras: nuestra voz, nuestros derechos”, nació de la necesidad de reconocer cómo estaban abordando las infancias la desaparición de personas cercanas a ellos, los retos y las necesidades de los menores en sus entornos y crear estrategias que los ayuden a transitar de manera más sencilla las ausencias.Precisó que de mayo a diciembre de 2022 se realizaron 12 talleres con niños del Área Metropolitana de Guadalajara, así como Lagos de Morena y San Miguel El Alto, con la finalidad de recoger el mayor número de experiencias, diferencias entre las localidades y coincidencias entre las vivencias de los menores.“Nos enfocamos en generar espacios seguros para los niños y adolescentes, comprender sus necesidades desde sus propias voces, generar promoción y continuidad de espacios creados para ellos, y con base en ello poder garantizar la creación de espacios para ellos, así como una sensibilización de quienes los rodean”, apuntó.Sofia Virgen, miembro de CEPAD, comentó que el fanzine no es un diagnóstico de una situación general, sino un recopilado de vivencias y emociones que pretende ayudar a los menores y a sus familias a tratar con la desaparición de un ser querido.Entre el contenido que se puede encontrar en el fanzine están herramientas para la identificación de emociones, un árbol de la vida como guía para los sueños y motivaciones en la vida, cuestionamientos sobre lo qué ocurre alrededor de los menores y sus familias al ser víctimas colaterales de una desaparición, herramientas de contención emocional, así como un espacio para expresar sus consideraciones luego de leer el fanzine.Por su parte, Rosa María Quezada, madre buscadora a cargo de su nieta Zoé Padilla, señaló que ejercicios cómo este donde se escucha y se validan las opiniones de los niños cercanos a una desaparición son necesarios para el bienestar de los menores, pues señaló que en el caso de su nieta fueron varias las ocasiones en que no quería ir a la escuela por la manera en que la trataban compañeros y docentes.En este sentido, Anna Carolina Chimiak, miembro de CEPAD, comentó que tras este ejercicio, se pretende darle continuidad a los niños y adolescentes involucrados por medio de talleres y acciones para visibilizar la incidencia con las autoridades que podrían darle seguimiento como los sistemas DIF, la Fiscalía General del Estado, la Comisión Estatal de Víctimas y la Comisión Estatal de Derechos Humanos.En su primera edición, el fanzine “Infancias sonoras: nuestra voz, nuestros derechos” tuvo una impresión de 100 ejemplares patrocinados por el programa Servicio Civil para la Paz de Pan para el Mundo.JM