En septiembre pasado, Marisol le pidió al papá de su hijo que le diera su apellido y la ayudara con los gastos de manutención. Pero lo que recibió a cambio fue una amenaza de muerte para ambos. “El dinero que me pides prefiero dárselo a alguien para que te ‘levante’, luego te voy a estrangular con mis propias manos y a tu hijo lo voy a desaparecer”, le dijo.Para Marisol, la orden de protección que le dieron un mes y medio después de solicitarla en el Centro de Justicia para las Mujeres, a cargo de la Fiscalía Estatal, no sirvió de nada. Durante los 60 días que la tuvo la siguieron dos veces y sólo en una ocasión, la Policía de Guadalajara visitó su domicilio… cuando la medida había expirado.“En el Centro de Justicia me hicieron sentir culpable, como si estuviera loca, se burlaron de mi cuando me vieron llorando de miedo de que él me hiciera algo. Nunca sentí un apoyo real con la orden de protección”, dijo.En 2018, las órdenes de protección para mujeres violentadas disminuyeron 35% respecto al año anterior, que fue récord en la emisión de ese tipo de medidas. Mientras en 2017, la Fiscalía registró 10 mil 397 órdenes de protección (28 por día), en 2018 emitió seis mil 746 (18 diarias), según información obtenida vía Transparencia.Para el académico de la Universidad Panamericana (UP), José Colomo Guajardo, un punto que explica esa reducción es que las autoridades se han visto rebasadas en los seguimientos. “Si con estas cifras, las autoridades dicen que la violencia ha bajado, que nos demuestren cuáles son las estrategias que han implementado para hacerlo”.De hecho, los feminicidios en Jalisco no han tenido una baja sustancial que considere que la violencia contra las mujeres ha disminuido. Mientras en 2017 se registraron en la Entidad 27 casos, durante 2018 se contabilizaron 26. También las llamadas al 911 relacionadas con violencia a la mujer aumentaron 25% para sumar 13 mil el año pasado, según el Secretariado Ejecutivo Nacional de Seguridad Pública (SENSP).