Alteraciones en los ciclos de lluvias, aumento de temperaturas y proliferación de enfermedades que no eran comunes, como el dengue, son algunos de los efectos del cambio climático que ya afectan a Jalisco.Miguel Magaña Virgen, investigador del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA), explicó que desde hace 30 años se detectaron los primeros cambios en el clima mundial que actualmente afectan a México y al Estado. “Hay pruebas de que, desde hace tres décadas, el clima ha estado cambiando y esto es algo global”.A nivel local se pueden evidenciar los cambios al comparar las temperaturas actuales con las registradas hace 40 años, cuando en Guadalajara imperaba un clima templado sin picos extremos. También hay cambios en el ciclo de lluvias.La representante en México del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (ONU Medio Ambiente), Dolores Barrientos, aseguró que el cambio climático es más rápido que las acciones emprendidas para combatirlo. Aseveró que en la década de 2030 la temperatura promedio global se incrementará 1.5 grados centígradosFenómenos como la granizada del pasado 30 de junio pueden considerarse como parte de las alteraciones del cambio climático, según los expertos.El aumento en casos de dengue en la metrópoli, y la proliferación del mosco vector de esta enfermedad, es otro efecto de las alteraciones atmosféricas y cambio climático. “Ahora se registran casos todo el año cuando antes el dengue afectaba principalmente a las zonas costeras; las temperaturas cambiaron y el mosco transmisor se adaptó a la ciudad”, explicó Miguel Magaña. El académico consideró que el tema debe ser prioridad para las autoridades, pues a mediano y largo plazo las condiciones climáticas serán factor para detonar la migración. Añadió que también deben buscar alternativas con semillas resistentes a las condiciones más extremas, como la sequía.Las acciones para reducir los efectos del cambio climático están consideradas como uno de los ejes del Plan Estatal de Gobernanza y Desarrollo 2018-2024, planteado por la actual administración estatal.En dicho plan se especifica que, hasta ahora, las acciones emprendidas no han dado los resultados esperados, por lo cual se buscará revertir esta tendencia a través de la aplicación transversal de las políticas de mitigación y adaptación al cambio climático, mas nuevos mecanismos para alentar el desarrollo bajo en carbono y reducir la vulnerabilidad de los ecosistemas, la infraestructura y los sistemas productivos.Como metas a alcanzar en 2024 se plantearon adaptar el territorio y la sociedad de Jalisco ante los efectos adversos del cambio climático, así como mitigar las emisiones de Gases y Compuestos de Efecto Invernadero (GyCEI); aunque no se especifican los niveles.El secretario de Medio Ambiente, Sergio Graf Montero, anticipó que modificarán el Programa Estatal de Acción ante el Cambio Climático (PEACC) para armonizarlo con los objetivos del nuevo plan estatal de desarrollo.El funcionario señaló que las acciones de mitigación y las de adaptación son igual de importantes. Detalló que la intención es generar energía renovable para ir hacia una transición a través de energías limpias. El titular de Semadet, Sergio Graf, reconoció que la pasada administración estatal tuvo avances en materia de eficiencia. Se estimó un ahorro de 17% de energía tras una combinación de medidas como el cambio de luminarias, sistemas más eficaces de iluminación o la generación de energías renovables en algunos lugares. La representante en México del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (ONU Medio Ambiente), Dolores Barrientos, aseguró que el cambio climático es más rápido que las acciones emprendidas para combatirlo. En la década de 2030, la temperatura promedio global se incrementará 1.5 grados centígrados.Aunque Jalisco se ubica entre los principales productores de miel en el país, la entidad pierde el 30% de sus colmenas de abejas al año y el sector apícola vive una grave crisis por los efectos del cambio climático y la baja en los precios de la miel.José María Tapia González, director del Centro de Investigaciones en Abejas (CIABE), informó que actualmente hay unas 200 mil colmenas en la Entidad que están en riesgo por la destrucción de los ecosistemas de los que se alimentan las abejas, el uso de productos químicos como plaguicidas y la falta de recursos que padecen productores para mantener sus apiarios. “La apicultura está en peligro en Jalisco y en el país, es algo muy grave. La función principal de las abejas no es la producción de miel, sino la polinización que realizan de forma indirecta cuando recogen el polen de las flores. Si las abejas llegan a bajar a un nivel muy bajo, se afectaría la polinización de cultivos que consumimos los humanos y habría menos producción de alimentos. Es un problema de seguridad alimentaria”, advirtió. El titular del CIABE lamentó la falta de apoyos gubernamentales ya que la nueva administración federal frenó todos los recursos.Para evitar que las abejas sean fumigadas y sacrificadas por encontrarse en zonas urbanas, las áreas de Protección Civil y Bomberos deben modificar sus protocolos para atender los reportes de enjambres y que los insectos sean reubicados, planteó el investigador José María Tapia González.El especialista sugirió que estas áreas pueden trabajar en colaboración con los apicultores estatales para que, sin sacrificar a las abejas, se les reubique y puedan integrarse a una colmena. “Sería nada más cuestión que los bomberos se contacten con la asociación de apicultores y cuando reciban reporte de un enjambre el apicultor los acompañe y pueda aprovechar ese enjambre y meterlo en una colmena. Esto ayudaría a no afectar la población de abejas”, comentó. A través de solicitudes de información vía transparencia se pidió a los ayuntamientos de Guadalajara y Zapopan la explicación del protocolo que siguen en la atención de reportes por presencia de abejas.En ambos casos no se precisó si en todos los reportes los insectos son exterminados o se les reubica. Guadalajara sólo informó que el año pasado atendieron dos mil 826 reportes de este tipo.Por su parte, Zapopan detalló que el año pasado atendió cuatro mil 802 reportes por enjambres y en lo que va de este año llevan mil 453. Los estragos por el calentamiento global son cada vez más visibles en la Entidad. Como consecuencia del cambio climático, el calor ha incrementado de manera constante en las últimas décadas, pues la temperatura mínima promedio ahora es 1.4 grados centígrados más alta que hace 30 años.En 1988, el termómetro en Jalisco marcaba 11.6 grados en promedio. Ese indicador se elevó a 13 grados en 2018 y no ha disminuido, de acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).La temperatura mínima se registra durante las noches, que son cada vez más cálidas, y ese es el parámetro que permite detectar claramente el aumento, detalló la investigadora en Ciencias Ambientales de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Valentina Davydova Belitskaya.Esta alza también está en las temperaturas medias anuales, que han mostrado un aumento de 0.6 grados a lo largo de la segunda mitad del siglo pasado. Y eso, indicó la especialista, es preocupante. Los ambientes cada vez más cálidos son parte de una tendencia mundial, coincidieron especialistas en el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés).