Los problemas del lago de Chapala provienen de factores externos generados por las actividades de las zonas aledañas, tales como la deforestación, degradación del bosque y la producción agropecuaria, por lo que la restauración de este cuerpo debe atacarse desde sus orígenes, manifestó Alejandro Juárez Aguilar, director del Instituto Corazón de la Tierra.Juárez presentó este martes el programa Bosques Agua Gente para Chapala, el cual forma parte de la iniciativa nacional Cuencas y Ciudades que pretende replicar experiencias innovadoras. Actualmente el programa es integrado por 15 cuencas en 13 estados que abastecen a 13 ciudades.“El punto central del programa Cuencas y Ciudades y el punto central del programa Bosques Agua Gente es hacer énfasis en la importancia que tiene que los usuarios urbanos se involucren en la conservación de las cuencas de las cuales se abastecen las fuentes que están utilizando”.El programa, que arrancó en la cuenca Chapala en julio de 2018, contempla acciones a tres años (hasta el 2021) para su restauración y conservación.Los principales problemas identificados son el exceso de nutrientes, el cual proviene principalmente de las actividades agropecuarias; por ejemplo, al momento en el que la lluvia arrastra fertilizantes o pesticidas a los ríos o que escurren al lago, así como los vertidos de heces de ganado (además de los drenajes de los asentamientos urbanos).Así, la asociación impartirá talleres y cursos entre productores y usuarios de cinco microcuencas en los municipios de Chapala, Poncitlán, Atotonilco el Alto, Ocotlán y La Barca; además de emprender acciones con el apoyo de los habitantes de las comunidades que serán educadores, promotores y participantes.Entre las líneas de acción están la restauración de zonas degradadas de bosque y conservación de suelos forestales a fin de que dejen de generar materiales que terminan como sedimentos en el lago; También se pretende difundir la agricultura orgánica y capacitación para el uso adecuado de agroquímicos, así como mejoramiento de pastoreo y filtros agrícolas que impidan que sustancias ajenas al lago lleguen a él.Una fase final será la generación de foros y trabajo legislativo para generar leyes que regulen los usos de pesticidas, por ejemplo. La asociación cuenta con un presupuesto de unos ocho millones de pesos para este programa.Sobre las sustancias provenientes de la industria, como metales pesados, la asociación también exigirá a Poder Legislativo mejorar la regulación y aumentar las penalizaciones por contaminar, así como para cambiar los procesos productivos. “Por ejemplo hay una presencia elevada de arsénico que tiene que ver con la producción de cuero en Guanajuato, sin embargo, comparado con hace diez años los han reducido a la mitad, pero aun así está muy por encima de la norma. Significa que pese a los avances hay que seguir presionando”.Metas del programa:Fuente: Corazón de la Tierra, Instituto de Desarrollo Ambiental LS