La Banda de Música de la V Región Militar toca en el kiosco de Plaza de Armas, con música típica para celebrar el Aniversario 481 de la Fundación de Guadalajara. Enfrente, Teresa Díaz, de 70 años, y Arturo Cruz, de 74 años, miran el espectáculo recargados en los portales del Hotel One.Los ojos de Teresa apuntan al kiosco, y aunque en su vista aparecen habitantes degustando jericallas o tejuinos, y escuchando canciones típicas de la ciudad, su memoria está viajando por otra época. “Mis abuelos vivían a un lado del Palacio de Gobierno, allí en esa esquina. Vendían luces y vivían en una cortina. En aquellos años pasaba el desfile del 16 de septiembre y lo veíamos por los balcones, yo estaba chiquita”, dice la mujer y señala el edificio que ahora es La Recaudadora 00, ubicada en la calle Ramón Corona.La mujer cuenta que nació en el barrio de Mezquitán, pero cuando se casó con Antonio Cruz, se fue a vivir a la Colonia Santa Cecilia. “Me gusta mucho venir al Centro. Sobre todo porque ya quitaron todos los camiones de aquí. Pasaban montón de camiones y carros. Aquí donde estamos, hace muchos años eran unas oficinas, pero ahora se convirtió en un hotel. Toda mi vida he estado en Guadalajara”, recuerda. Tuvo cinco hijos.“Yo soy de aquí. Nací en la colonia San Juan de Dios. Me da orgullo el Centro. Estuve formado como una hora pero sí alcanzamos tejuino”, agrega Antonio Cruz. Dice que él no le cambiaría nada a la ciudad. Guillermo y María de la Luz acudieron a la celebración del cumpleaños de Guadalajara con su nieta Ivana, quien tuvo un festival y bailó el jarabe tapatío.“Somos tapatíos de comer tortas ahogadas y tacos. También andar en el Centro, la plaza, oír música y venir a bailar cuando se arma baile, que es los domingos”, dice Guillermo sobre lo que más le gusta de la ciudad.Su esposa, María de la Luz, responde que a ella le agradan las iglesias. “Entramos al Santuario de la Virgen de Guadalupe y me gusta visitar templos. Mientras que Ivana agrega: “Hay muy bonitos paisajes y esculturas”. Los tres concuerdan en que hace falta más seguridad: “Más protección, no tantos robos”, remarca Ivana.Elvia, de 62 años, fue una de las tapatías que alcanzó a comer las jericallas que el Ayuntamiento regaló como parte del aniversario de la ciudad. Sentada en una de las bancas de la Plaza de Armas, platica que lo que más le gusta de la ciudad son los “los jardines, las fiestas que hacen, la convivencia. Los gobiernos están ayudando más que en tiempos pasados, hay muchas ayudas para personas mayores.”Sobre qué considera que hace falta en la ciudad, coincide en que se necesita mejorar la seguridad. “Sobre todo el apoyo para las mujeres agredidas por los hijos o el marido, que el gobierno haga hincapié en las mujeres maltratadas, que no se esperen a que las maten, que en las primeras denuncias que hayan actúen”.