Hace dos años, el Andador 20 Noviembre, ubicado en el Centro de Zapopan, reabrió después de su remodelación, pero por la pandemia del COVID-19, 24 de los negocios que ya se recuperaban de haber frenado por la intervención se vieron obligados a cerrar nuevamente. En la fase de reactivación económica, 17 de esos sitios (siete siguen cerrados) viven al día, pues no registran la misma cantidad de clientes.Esto ya ocasionó pérdidas por 23 millones 160 mil 208 pesos, según reportó el Ayuntamiento.Donatila una señora de 74 años, tiene su restaurante de comida mexicana “La Pasadita” en el lugar hace 32 y, apenas recuperó las ventas después de la remodelación del Andador, cuando pegó el COVID-19 en la ciudad y tuvo que cerrar.Lo hizo porque no había gente y no le podía pagar a sus dos trabajadoras, no porque se lo hayan impuesto. Así desde Semana Santa.Y, aunque hace un mes reabrió, se nota la diferencia, pues “no se vende ni la cuarta parte de lo que vendíamos antes”.Pese a que los dueños del local le ayudaron para que no pagara renta mientras no abrió, los gastos persisten.Además, una de sus hijas, que vende bisutería, está a punto de cerrar, y otra más, que tiene negocio de comida cerró definitivamente por falta de clientes. Teme que ella también tenga que hacerlo.Para poder resistir, Donatila ha tenido que tomar dinero de la pensión que le da el gobierno por ser adulto mayor, pero de ahí tiene que comprar medicinas, pues es hipertensa.Hace unos días hubo una esperanza, pues abrieron la Basílica y asistió más gente que, a su vez, consumieron en su local, “pero lo volvieron a cerrar por desordenados”.Mientras que sobre el Botón de Emergencia que anunció el gobernador para cerrar todo por 15 días en caso de elevarse contagios y muertes, opinó que “nos va a matar de hambre ahora sí”.GC