Sobre la avenida Federalismo, poco después de la calle Obreros de Canana, al menos cuatro hombres con pala en mano recogían el lodo y la basura que tapaban la alcantarilla que se encuentra afuera de la empresa donde laboran: una fábrica de vidrios.Entre los desechos que llegaron arrastrados por la corriente que dejó la lluvia de este domingo se encontraban botellas de plástico de diferentes tamaños, envolturas de comida, varios vasos de un festival de música que se llevó a cabo en calle dos y hasta una llanta.Aldo Parra, dueño de la vidriera, lamenta que la inundación que dejó la tormenta hubiera acabado con gran parte de lo que tenía en la fábrica, afectando, además de documentos, computadoras y otros electrónicos, dos de las máquinas principales: una cortadora y un horno. Según dijo Aldo, las pérdidas podrían alcanzar hasta los siete millones de pesos. “Todo lo que hice en 10 años se me fue en una noche”, agregó.Así como Aldo, otros negocios de la zona sufrieron afectaciones similares. En una reconocida empresa de alambrados, el agua que alcanzó cerca de un metro de altura, averió varias de las camionetas que se encontraban estacionadas dentro del inmueble, mientras que en un colegio particular se suspendieron las clases para realizar la limpieza correspondiente.A pesar de que el Tren Ligero ya opera con normalidad desde las primera horas de este lunes, en las estaciones de Atemajac y Dermatológico, el agua rompió las plumas de prevención de paso, sobre la avenida podían verse aún restos de cables y mangueras; dentro del túnel las marcas que indicaban hasta dónde se había elevado el agua.De acuerdo con el Sistema de Tren Eléctrico Urbano (Siteur), aún no se contabiliza la magnitud de los daños que dejó la inundación entre las estaciones Dermatológico y Periférico Norte, donde la noche de ayer 90 pasajeros tuvieron que ser rescatados por la ciudadanía cuando el tren en el que viajaban quedó varado; será necesaria al menos esta semana para evaluar los costos de las diferentes áreas, como luminarias e infraestructura.Según indicó la dependencia; el tren afectado tardará alrededor de ocho meses para ser reparado, sin embargo no afectará la frecuencia de pasó de otras unidades pues será considerado como una baja de mantenimiento. Aún permanecen en circulación 13 trenes más.De acuerdo con lo dicho el Siteur, los protocolos de actuación frente a la contingencia fueron los adecuados pues el conductor paró la unidad antes de entrar a lo más profundo y abrió las puertas para permitir que la gente saliera.El Siteur dijo además que si bien la inundación fue ocasionada en menos de cinco minutos por el agua que provenía del exterior del túnel, revisarán qué pueden abonar para mejorar el sistema de las bombas hidráulicas para evitar que una situación similar vuelva a ocurrir.NM
