Desde que tenía tres años, cuando la gente veía a Christian Rodríguez le gritaba en sus fiestas del pueblo “ahí viene el niño de los caballos”. Cada 2 de febrero cabalgaba vestido de charro junto a la virgen en Santa Anita, Tlaquepaque.Desde que era un bebé, su abuelo José Rodríguez lo subía a estos animales, pero tan pronto como comenzó a caminar lo enseñó a montar.A los dos años cabalgó por primera vez en las fiestas. A los tres también cabalgó durante cinco días hasta Talpa de Allende, pero lo que más le gusta es bailar los caballos.“Vimos que realmente es un don que tiene porque él solo ha ido aprendiendo. Cuando era pequeño, por ejemplo, él tenía un caballo mediano que estaba comiendo pasto, el niño se le subió por el pescuezo y le comenzó a hacer sonidos. Desde ahí dimos cuenta que era su pasión”, compartió Jesús Rodríguez, su papá.Con sólo nueve años, se ha presentado en exhibiciones en Tlaquepaque y Tlajomulco. "En las exhibiciones siempre ha sido él más chiquito y ahora, en las cabalgatas, ya van niños más pequeños. Los papás nos dicen que sus niños comenzaron a ir porque veían al niño de los caballos y siempre lo buscan los niños para una foto, de hecho muchos papás ya se llevan a sus hijos, lo que antes no hacían. Es como una inspiración para muchos niños", resaltó.Por el alcance que tiene, Christian hizo páginas en redes sociales para subir sus videos y fotos y ser ejemplo para los niños."Es curioso porque les habla a los caballos y parece que le entienden. Ha montado caballos de amigos por primera vez y los baila mejor que sus dueños", añadió su padre.Entre los ejemplares que ha montado se encuentran los de raza friesian, español, iberoamericano, costarricense de paso, paso fino Colombiano y warlander gypsy."Hay un caballo cara blanca, de raza iberoamericana, llamado Fantasma que el niño le prometió a su hermana bailárselo con la banda en sus 15 años", señaló Jesús, quien describe a su hijo como noble, inquieto y creativo.Esas características y su don con los caballos son las que lo llevaron a querer escribir un libro de su vida para niños, incluso las que lo llevaron a tener un corrido: "El Niño de los Caballos''. Gutty Quezada, quien falleció este año, se lo escribió el año pasado y en él cuenta su vida.Pero también, fueron estas cualidades las que lo llevaron a querer cantar, por lo que sus padres ya lo inscribieron a clases."Si sigue con la inquietud de cantar, el plan es comenzar a llevarlo a eventos de caballo, que se convierta en un Antonio Aguilar o un Joan Sebastian, porque ahorita hay artistas pero no muy enfocados en este ambiente, el de caballos está descuidado, y a él le gustaría seguir en eso", afirmó.Y, aunque su pasión es bailar los caballos, ir a jaripeos, acudir a exhibiciones e incluso tiene varias invitaciones en otras entidades de la República y Estados Unidos, Christian por ahora estudia la primaria pues cuando sea grande quiere ser veterinario y tener una clínica para caballos.Si te interesó esta noticia y quieres saber más, entonces descarga y descubre INFORMAPlus, la aplicación digital de EL INFORMADOR, en donde tenemos contenidos exclusivos, seleccionados por nuestros editores, para darles una experiencia más completa a los lectores.Descarga la aplicación y pruébala GRATIS por treinta días.Para iOS: https://apple.co/35jaVgb Para Android: https://bit.ly/3gwVSEVSi eres suscriptor de EL INFORMADOR tu acceso está incluido, solicítalo al 33 3678-7777.
