Samantha tiene 17 años, está embarazada de su segundo bebé y vive con su pareja. Su hijo nacerá en enero, mediante cesárea, ya que su pelvis no está formada totalmente para un parto natural.Según las más recientes estimaciones del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y el Consejo Nacional de Población (Conapo), 51% de las adolescentes que se embarazan es porque lo desean, sin pensar en las consecuencias de salud, económicas y sociales que acarrea. Esto se debe a distintos factores, principalmente la violencia intrafamiliar, que las obliga a salir de casa a temprana edad, y a la falta de educación.“El consumo de drogas o la violencia hacen que el adolescente busque una forma de salir”, comentó Alejandra Sierra Macías, estudiante del doctorado en Salud Pública.Según el informe “Situación de la Salud Sexual y Reproductiva” del Conapo, aún existe una “sobrevaloración de la maternidad”, que provoca que las adolescentes, quienes no se sienten valoradas como mujeres, busquen ser valoradas como madres.“Hoy en día es importante ser madre y las chicas se embarazan porque implica un futuro para ellas, una forma de escapar a la violencia o salir de la pobreza”, aseguró Claudia Alcocer Yáñez, psicóloga del ITESO.En el aspecto educativo, el documento de la Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes, señala que las mujeres de entre 15 y 19 años que sólo estudiaron la primaria o menos, “tienen una tasa de fecundidad tres veces más alta que las que asistieron a la preparatoria”.El embarazo adolescente es una de las principales preocupaciones de salud pública a nivel mundial, ya que aumenta cuatro veces las posibilidades de muerte materna y 50% la del recién nacido.