Afuera de un restaurante que se encuentra a la altura del templo Expiatorio, en Miguel Blanco y Escorza, a las 10 de la mañana del 26 de mayo, Carmen Moreno dejó estacionada su camioneta Trax modelo 2013. Dos horas después, cuando terminó su desayuno, se dio cuenta de que tenía un vidrio vandalizado y que la computadora o “cerebro” del vehículo ya no estaba.Carmen fue a la bodega de la Fiscalía del Estado (FE) para buscarla el primer día de entrega de ese tipo de piezas recuperadas por las autoridades. No estaba. Tampoco los arneses ni los cables.Esta automovilista fue una de los conductores que respondieron al llamado de la autoridad para ir a reclamar ese tipo de autopartes recuperadas tras un operativo.“Yo hablé a la agencia y ahí me sale todo en 96 mil pesos. Es absurdo porque la camioneta vale 150 mil y sólo la computadora cinco mil”, reclamó.Ahora, la señora usa el camión y el tren, a veces el carro de su esposo, pero tiene la esperanza de recuperar algo.“Uno tiene que ir a los talleres que son medios clandestinos y (la computadora) me sale en 22 mil pesos, con arneses y programada, y no tengo el efectivo para pagarlo, pero, si no está aquí, voy a juntarlos”.Además, no es la primera vez que le sucede, pues hace ocho meses le pasó lo mismo con una camioneta Crossfox y, en ese taller que llama “clandestino”, consiguió que la arreglaran por ocho mil pesos.Entregan piezasLa Fiscalía habilitó un módulo, a espaldas de sus oficinas centrales en la Calle 18, para la entrega de las computadoras de auto que fueron aseguradas.