Una de las dos iniciativas que presentaron el Instituto Jalisciense de las Mujeres y la Secretaría General de Gobierno para atender la Alerta de Violencia Contra las Mujeres incluyó la ampliación del castigo a los violadores en la Entidad. Se propuso agregar a la pena de hasta 15 años de cárcel una multa que podría alcanzar los 75 mil 490 pesos a quien, por medio de la violencia física o psicológica, cometa este ilícito. Los que sin usar estos tipos de violencia abusen sexualmente de adultos que no tengan las condiciones físicas y mentales para oponer resistencia, al estar privados de razón o de sentido, la condena será de hasta 20 años de cárcel y 150 mil 980 pesos. En este caso, actualmente sólo se protege a los menores.GUÍALa Reforma al Código Penal para ampliar castigo a violadoresTELÓN DE FONDOEl pasado 3 de agosto, este medio de comunicación publicó que el Centro tapatío es la colonia con más violaciones sexuales en la metrópoli: 84 desde 2010, según la Fiscalía estatal. Las que más se le acercan son Miramar y Arenales Tapatíos, en Zapopan, con 25 casos cada una. En ese entonces se destacó que el Estudio de opinión sobre violencia comunitaria, que realizó el Instituto Jalisciense de la Mujer (IJM) en ocho municipios, reveló que las habitantes de estos dos espacios zapopanos viven con miedo. En el documento se resaltó que mientras en Arenales Tapatíos todas las entrevistadas aseguraron que fueron víctimas de algún tipo de violencia en el último año, en Miramar seis de cada 10 reconocieron que sufrieron alguna agresión de este tipo. En ambas colonias las mujeres acentuaron que son cotidianas la sensación de inseguridad y la convivencia con el acoso. De acuerdo con información que la Fiscalía entregó como respuesta a una solicitud de información, vía Transparencia, entre 2010 y 2016 se iniciaron tres mil 997 carpetas de investigación por violaciones sexuales en el Estado. De esta cantidad, nueve de cada 10 fueron en contra de mujeres y seis de cada 10 ocurrieron en la metrópoli. Otras colonias en las que se reportaron estos ilícitos fueron Independencia, Mesa Colorada, San Pedrito y Villas de Guadalupe, con 14 hechos cada una; Cerro del Cuatro, Las Juntas, Del Fresno, San Andrés, San Juan de Ocotán y Constitución, con 13.Por considerar que existen lagunas dentro del protocolo para perseguir feminicidios, que los ministerios públicos no sabían cómo subsanar, la Fiscalía General del Estado, organizaciones de la sociedad civil y académicos, lo reformarán. “Había un apartado que decía ‘acreditar las razones de género’ y no sabían cuáles eran esos, entonces se está haciendo un listado de cuáles podrían ser estas razones. El protocolo es muy nuevo, se revisó y fue una de las observaciones que se nos hicieron”, dijo Érika Loyo Beristáin, presidenta del Instituto Jalisciense de las Mujeres (IJM). Éste será uno de los avances que el Instituto presentará ante la Comisión para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim) el próximo lunes, para que se tome la decisión de que Jalisco declare, o no, la Alerta de Género, en lugar de la Alerta de Violencia contra las Mujeres. Además, se destacará la implementación del Protocolo Alba. Sin embargo, para Loyo Beristáin, lo más importante del tiempo que han implementado la Alerta, es el trabajo con organizaciones de la sociedad civil, tanto nacionales como internacionales. En este mismo informe, el IJM propondrá sus acciones a seis meses, que incluyen reforzar las capacitaciones, sobre todo en el tema del protocolo para perseguir feminicidios, y continuar con algunos de los programas que mejores resultados les ha dado, como los módulos itinerantes. “En el tema de la guía para emitir órdenes de protección, habrá también que reforzar esto, porque ahora faltan los municipios que no tienen alerta. También nos hace falta mejorar los procesos y aterrizar algunos temas del Modelo de Ciudades Seguras. Así como la implementación del Programa de Prevención de Violencia en el Transporte Público”. Loyo Beristáin se dijo convencida de que una alerta no puede ser un producto terminado, sino algo que sigue avanzando, fortaleciéndose y perfeccionándose con el tiempo.