La audición del material se dio en el marco de la indagación judicial que investiga al cardenal Angelo Becciu por corrupción durante sus años en la Santa Sede.Un tribunal de la Corte del Vaticano ingresó el día de ayer en exclusiva a una llamada telefónica entre el Papa Francisco y el cardenal Angelo Becciu, la cual fue grabada en secreto. La escucha del material se dio en el marco de un juicio por corrupción contra el cardenal y fue presentada por un policía financiero italiano que investiga un organismo benéfico de Sardinia vinculado con el cardenal.De acuerdo con las declaraciones realizadas ante el tribunal, la llamada tuvo lugar el 24 de julio del 2021 y fue grabada sin el consentimiento del Sumo Pontífice. Dicho registro lo habría realizado un acompañante de Angelo Becciu, quien estaba con él al momento de realizar la llamada, misma que se dio a tres días de que comenzara el juicio y mientras el Papa se recuperaba de su cirugía de colon.Cabe mencionar que los reporteros que cubrían el caso fueron retirados de la sala mientras se reprodujo el material, y de acuerdo con el grupo de abogados que sí tuvo acceso a la grabación, Becciu le pidió al Sumo Pontífice que confirmara que le había autorizado un pago a fin de conseguir la liberación de una monja colombiana que estaba secuestrada en África desde 2017.Añadieron, además, que en la conversación el Papa Francisco se escuchaba perplejo y sorprendido por el motivo de la llamada, por lo que contestó en reiteradas oportunidades que enviara en una nota escrita su petición.Por su parte, otros abogados que el Sumo Pontífice estaba al tanto del caso y estuvo de acuerdo con las peticiones del Cardenal. Otros agregaron que Angelo Becciu apuntó contra el Papa y le recriminó: “Usted ya me ha condenado, es inútil que se haga el proceso”, en referencia al juicio que se encuentra en curso.Cabe señalar que el cardenal Angelo Becciu formó parte de la Iglesia Católica durante muchos años, y entre el 2011 y el 2018 trabajó como número dos de la secretaría de Estado, período en el cual se detectaron una serie de irregularidades por las que está siendo investigado.Entre las acusaciones por las que está siendo procesado se encuentra la contratación en el 2018 de la también acusada Cecilia Marogna, quien se presenta como analista de seguridad, y habría sido solicitada por sus servicios para poner en libertad a la religiosa que había sido secuestrada en Malí por un grupo vinculado a Al Qaeda.Por entonces, Cecilia Marogna recibió 575 mil euros (aproximadamente 599 mil dólares) de la Secretaría de Estado. Una parte del dinero fue enviado a una empresa que Margona había establecido en Eslovenia, mientras que el resto le fue entregado en efectivo, de acuerdo con las declaraciones realizadas ante el tribunal.No obstante, las indagaciones policiales demostraron que la analista utilizó esta suma monetaria para comprar ropa de lujo, visitar centros de salud y otras cuestiones de índole personal. Es por esta razón que está acusada de desfalco junto con el cardenal Becciu, quien además enfrenta acusaciones por corrupción y abuso de poder.Asimismo, en el juicio existen otros ocho acusados más, pero todos niegan un mal accionar.Por su parte, el fiscal jefe del juicio, Alessandro Diddy, señaló tras esta audiencia que un nuevo ángulo de análisis insinúa que el cardenal podría estar involucrado en una conspiración criminal. Argumentó, además, que los pormenores de este tramo de las indagaciones ya habían sido entregados a la corte para su revisión.Los abogados de Angelo Becciu informaron en un comunicado que no se encontraban al tanto de las nuevas acusaciones y evitaron referirse a la llamada telefónica que fue grabada en secreto.Finalmente, el Papa Francisco decidió retirar todos los derechos cardenalicios a Becciu bajo sospecha de nepotismo un año antes de que comenzara su juicio, esto pese a que él negara haber hecho algo para ayudar económicamente a su familia e insistiera en defender su presunta inocencia. MS
