Unas 40 mil personas han sido trasladadas forzosamente de la asediada ciudad ucraniana de Mariúpol a territorio ruso o controlado por Rusia, señaló hoy ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU la embajadora ucraniana, Eugenia Filipenko, quien reiteró que Rusia está cometiendo crímenes de guerra en su país.En la ciudad, que "se ha convertido en un símbolo de la resistencia de Ucrania", las fuerzas rusas han matado alrededor de 5 mil personas, mientras 160 mil siguen malviviendo sin electricidad, calefacción o formas de comunicarse con el exterior, aseguró la embajadora ucraniana ante la ONU en Ginebra.Durante las cinco semanas de invasión rusa, "cientos de misiles han impactado en áreas residenciales causando la muerte de miles de civiles inocentes", afirmó Filipenko en un debate del Consejo sobre la situación en Ucrania, donde la mayoría de los países miembros reiteraron su condena a la invasión y pidieron la retirada rusa.El debate se celebró el mismo día en que el Consejo designó los nuevos miembros de la recientemente aprobada Comisión de Investigación para Ucrania, encargada de investigar posibles violaciones de derechos humanos durante la agresión rusa.Filipenko expresó su esperanza en que el trabajo de esta comisión "sea crucial para que las instituciones judiciales logren que los criminales de guerra no salgan impunes".Por parte rusa intervino el primer secretario de la Misión de Rusia ante la ONU en Ginebra, Yaroslav Eremin, quien acusó al ejército ucraniano y a milicias de ultraderecha de ataques a civiles, incluidos "refugiados que intentaban dejar Mariúpol con destino a Rusia".También acusó a combatientes ucranianos de usar civiles como escudos humanos o como rehenes, o de atacar con misiles el centro de la ciudad de Donetsk, en el este de Ucrania y controlada desde 2014 por milicias prorrusas."Todas estas atrocidades contra civiles son cometidas con armas distribuidas por países occidentales", afirmó el diplomático ruso al concluir su intervención.OA