El presidente Donald Trump habría dicho a sus amigos en su club privado en Mar-a-Lago que con la reforma fiscal ya eran más ricos, según los reportes recibidos por la cadena CBS News. Esto habría sucedido durante una cena el pasado viernes, horas después de que Trump promulgara la ley. Sus comentarios contradicen una promesa que hizo meses antes en el Congreso, a quienes les aseguró que los ricos no ganarían absolutamente nada con su nuevo plan tributario. Sin embargo, de acuerdo a la revista Forbes, también el presidente Trump se hará más rico con la reforma: se ahorrará nada más que 11 millones de dólares cada año por cada regla que cambió en la ley. Esta reforma, aprobada ayer por el Congreso de Estados Unidos y que representa la primera gran baja impositiva desde 1986. Considerada como la primera victoria legislativa de Trump desde que llegó a la Casa Blanca, contempla el recorte de impuestos a las grandes rentas y reduce de forma significativa los aportes al fisco de las empresas.La modificación tiene como objetivo atraer los recursos que las multinacionales estadounidenses mantienen o generan en el extranjero mediante un nivel impositivo de 21% desde el anterior 35%, por lo que muchas de estas empresas podrían tomar la decisión de trasladar sus domicilios fiscales a Estados Unidos con el fin de aprovechar estas facilidades.
