El presidente de Estados Unidos (EU), Donald Trump, acusó a Irán de estar detrás del ataque a dos petroleros en el Golfo de Omán, acusaciones que Teherán rechaza, una escalada en la guerra dialéctica entre los dos países que ha desatado la tensión en el Golfo.Dos petroleros, uno noruego y otro japonés, sufrieron ataques de origen desconocido mientras navegaban cerca del estrecho de Ormuz, una de las principales vías del mundo para el comercio de petróleo.Cuatro navíos, tres de ellos petroleros, padecieron ataques similares frente a las costas de Emiratos Árabes Unidos, por los que Trump señaló a la República Islámica.“Irán lo hizo”, sentenció Trump. El mandatario citó como prueba un video difundido por el Mando Central de EU, en el que según el portavoz de esa división militar, Bill Urban, puede apreciarse a una patrulla naval de la Guardia Revolucionaria Islámica acercándose al buque japonés después de las explosiones.La patrulla “fue observada y grabada sacando una mina sin explotar del ‘Kokuka Courageous’”, uno de los dos buques atacados, afirmó Urban, presuntamente para eliminar pruebas de su implicación en el suceso.“Supongo que una de las minas no explotó, y probablemente tiene el nombre de Irán escrito por todas partes”, aseguró Trump. “Ese era su barco, era de ellos. Y no querían que quedara esa prueba”, argumentó. Y advirtió que los iraníes “no van a cerrar el estrecho, no se cerrará en mucho tiempo y lo saben. Ya se les ha dicho en los términos más fuertes”.Irán ha negado toda implicación en los ataques a los barcos, uno propiedad de un armador noruego y otro japonés, que llevaban 44 personas a bordo y sufrieron impactos y explosiones cuando salían del estrecho de Ormuz, a menos de 50 kilómetros de la costa de Irán.Para Irán, es “sospechoso” que los ataques ocurrieran en el estratégico estrecho de Ormuz justo cuando el primer ministro japonés, Shinzo Abe, se encontraba de visita en Irán, mientras que el secretario general de la ONU, António Guterres, ha llamado a esclarecer “la verdad” sobre lo ocurrido.El estrecho de Ormuz, un paso marítimo cerca de las costas de Irán, es una de las rutas más cruciales del comercio mundial ya que conecta el Golfo Pérsico con el Océano Índico y cada día circula más de 30% de la producción mundial de petróleo. Según analistas, si se cierra el paso los precios del barril subirían hasta 200 dólares.“Si estas aguas se vuelven peligrosas, el suministro de petróleo de todo el mundo Occidental podría verse amenazado”, advirtió Paolo d’Amico, presidente de Intertanko, una asociación de petroleros de la que forman parte las dos empresas navieras propietarias de los buques atacados.El “Front Altair”, cargado de gasolina, sufrió tres explosiones que provocaron un incendio. Mientras que el “Kokuka Courageous”, lleno de etanol, fue blanco de disparos aunque su carga quedó intacta, según su operador japonés, Kokuka Sangyo. Según el propietario, la tripulación vio un “objeto volador” que apuntaba al petrolero. “Entonces hubo una explosión”.Los precios del petróleo subieron después de los ataques. El barril de Brent para entrega en agosto alcanzó 61.50 dólares en Londres, 19 centavos más. En Nueva York, el barril de WTI para entregar en julio subió 13 centavos, a 52.15 dólares.