Los restos de los migrantes Óscar Alberto Martínez y de su hija Valeria, quienes el pasado domingo murieron ahogados en el río Bravo al intentar cruzar a Estados Unidos, fueron llevados ayer de Matamoros, Tamaulipas, a Monterrey, de donde saldrán a su país de origen, El Salvador.El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, publicó en su cuenta de Twitter que dio instrucciones a su equipo para que además de los gastos funerarios y de traslado también se ayude económicamente a la familia afectada por la tragedia; en este caso, a la esposa Tania Vanesa, de 21 años de edad, quien sobrevivió.La muerte de Óscar y Valeria es una muestra de la desesperación que están sufriendo los migrantes, pero también un recordatorio para quienes buscan "el sueño americano" en un país donde ahora son vistos como criminales y no como trabajadores indocumentados, afirmó el director del Instituto Tamaulipeco para Migrantes, José Martín Carmona.Aseguró que estos decesos son lamentables, sobre todo en un estado como Tamaulipas, que les está garantizando atención y seguridad, por lo que cruzar el río Bravo ya no debía ser una opción. El 3 de abril los tres integrantes de la familia partieron de San Salvador sin visas.Atravesaron Guatemala hasta llegar a la frontera con México, donde estuvieron por dos meses. No se sabe exactamente cómo llegaron a Tamaulipas, pero sí que se hospedaron en un hotel.El director del Instituto Tamaulipeco para Migrantes reveló que esta familia arribó a Matamoros la noche del sábado y a primera hora del domingo acudieron al Instituto Nacional de Migración. "Se encontraron con que esta dependencia abría sus puertas hasta el lunes a las 8 de la mañana y aunque se les dijo que ahí podían registrarse, serían llamados conforme lo van solicitando las autoridades de Estados Unidos. Ellos preguntaron cuánto debían esperar y se les dijo que de dos semanas a un mes", detalló el funcionario.Esto los motivó a tomar la decisión de cruzar por su cuenta, sin medir las consecuencias y donde murieron Óscar y su hija, y Tania sobrevivió.Por su parte, Carlos Alberto, hermano mayor de Óscar, quien vive en Estados Unidos y esperaba apoyarlos al llegar, lamentó el desenlace y recordó que ya le había advertido del peligro. "No te vayas a arriesgar a pasar el río con una niña, le dije, es muy peligroso, ese río es muy criminal (...) No me hizo caso, lamentablemente pasó lo que pasó. Que descansen en paz mi hermano y mi sobrina", dijo.OA