Un grupo de presuntos talibanes ha secuestrado seis camiones de ayuda humanitaria cargados de comida y a sus conductores, al menos dos de ellos pertenecientes al Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU, en la provincia de Ghor, en el oeste de Afganistán, informaron hoy a Efe diversas fuentes.Los vehículos, que transportaban aceite, harina y arroz desde la vecina provincia de Herat, fueron interceptados por hombres armados en una autopista bajo el control de los talibanes entre su lugar de origen y Ghor, dijo el portavoz del gobernador provincial, Abdul Hai Khatibi."Todavía no sabemos si los talibanes han retirado los alimentos de los camiones o no", añadió a la vez que precisó que el Gobierno local, con la mediación de ancianos tribales, está tratando de lograr que los insurgentes liberen los vehículos y a los rehenes.Khatibi afirmó que los seis camiones pertenecen al PMA, sin embargo el portavoz de la agencia de la ONU en el país Wahidullah Amani indicó que sólo dos de ellos son suyos."Desafortunadamente, confirmamos el incidente, pero sólo dos camiones contratados que llevaban alimentos del PMA a Feroz-Koh, capital de Ghor, se enfrentaron a tal problema durante el camino", explicó.Los cuatro vehículos restantes, agregó, "quizá pertenezcan a otras organizaciones", si bien rechazó realizar más comentarios al respecto.El cargamento, que incluye harina enriquecida, iba a ser distribuido entre las familias "más pobres y necesitadas" de la provincia, de acuerdo con el portavoz del Programa Mundial de Alimentos.Ningún grupo ha reclamado todavía la autoría de la acción en Ghor, donde tienen presencia tanto los talibanes como el grupo yihadista Estado Islámico (EI).Si bien los asesinatos y secuestros de cooperantes internacionales y afganos son relativamente comunes en Afganistán, no lo son tanto el secuestro o robo de vehículos y materiales pertenecientes a las agencias de la ONU y ONGs.A principios del pasado octubre, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) decidió reducir "drásticamente" su presencia y operaciones en Afganistán por el deterioro de la situación de seguridad que ha supuesto la muerte de varios de sus trabajadores en los últimos meses.En julio, la organización Comité Sueco para Afganistán (CSA) anunció el cierre de una veintena de sus clínicas en la provincia oriental de Laghman tras haber sido amenazada por los talibanes, aunque las reabrió días más tarde.