El número de fallecidos durante los enfrentamientos entre grupos armados rivales en la capital libia, Trípoli, aumentó a al menos 50 personas, entre ellas varios civiles, informaron el martes las autoridades libias, mientras la misión de la ONU intensificaba sus esfuerzos para negociar un alto el fuego.Los enfrentamientos estallaron la semana pasada cuando la Séptima Brigada _milicias que provienen de Tarhouna, un pueblo a unos 60 kilómetros al sur de Trípoli_ atacó barrios del sur de la capital. Las Brigadas Revolucionarias de Trípoli y la Brigada Nawasi _milicias que apoyan al gobierno legitimado por la ONU en Trípoli_ han venido a la defensa de la ciudad.Al menos 138 personas han resultado heridas desde entonces, informó el martes el Ministerio de Salud en un comunicado.Libia se sumió en el caos tras el levantamiento que derrocó al dictador Moamar Gadafi en 2011 y que condujo a su muerte. En la actualidad, el país está gobernado por dos facciones rivales asentadas en Trípoli y en el este, y cada una está respaldada por una serie de milicias que ostentan el poder real sobre el terreno. Otros grupos armados han forjado feudos en todo el país y muchos se han beneficiado del contrabando y la extorsión.El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, con sede en Ginebra, ha expresado su preocupación por el impacto de la lucha en los migrantes y desplazados internos. La portavoz del ACNUDH, Liz Throssell, dijo el martes que algunos de los casi ocho mil migrantes detenidos arbitrariamente están atrapados en centros de detención en zonas de combate sin acceso a alimentos ni tratamiento médico.Dijo que por lo menos 21 civiles han muerto desde el 26 de agosto, entre ellos dos mujeres y dos niños.También el martes, la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados llamó a las partes en lucha a "proteger a los civiles y a la infraestructura civil y permitir el paso seguro para quienes buscan refugio en áreas más seguras".Debido a los enfrentamientos, el gobierno respaldado por Naciones Unidas declaró el estado de emergencia dentro y en los alrededores de Trípoli, diciendo que la lucha es "un intento de descarrilar la transición política pacífica" en el país. El gobierno dijo que "no podía permanecer en silencio ante los ataques a Trípoli y sus suburbios, que constituyen una violación de la seguridad en la capital y de la seguridad de los ciudadanos".El analista político Mohamed Buisier dijo que se esperaba la lucha debido a que los grupos armados que protegían al gobierno en Trípoli estaban recibiendo "más porciones de incentivos financieros"."Esto es algo normal después de años de fracaso... Estamos en una nueva fase en la que nadie puede despojar a las milicias de sus armas. Libia necesita una fuerza internacional de mantenimiento de la paz", opinó.La misión de la ONU en Libia pidió el martes que haya un "dialogo urgente sobre la situación de seguridad" en la capital.OA