El Senado argentino debatió todo el día de ayer un proyecto de legalización del aborto, en una histórica sesión en la que el rechazo parecía abrirse paso ante la preocupación de manifestantes abortistas.Los 72 senadores debatieron sobre si apoyaban o rechazaban la iniciativa, aprobada por la Cámara de Diputados el 14 de junio, que despenaliza y legaliza la interrupción voluntaria del embarazo hasta la semana 14 de gestación.La sesión se extendió por más de 12 horas de debate y, hasta anoche, se esperaba una votación antes del amanecer y con tendencia favorable a desechar la propuesta proaborto. La Cámara alta también podría modificar el proyecto de ley y enviarlo de vuelta a los diputados. El debate fue seguido con expectación por miles de manifestantes a favor vestidos con prendas verdes y otros muchos en contra de color celeste. El senador opositor Pedro Guastavino, presidente de la Comisión de Justicia del Senado, calificó la discusión de histórica y la comparó con las que derivaron en la aprobación del divorcio en la década de 1980 y del matrimonio igualitario hace ocho años.Sin embargo, el senador Mario Fiad, presidente de la Comisión de Salud, cuestionó que el proyecto sea “violatorio de la Constitución” y de tratados internacionales suscritos por Argentina.El presidente Mauricio Macri, un confeso provida, llamó a respetar las distintas opiniones. El mandatario se ha comprometido a no vetar la ley en caso de que sea aprobada.Hasta ahora en Argentina el aborto solo está permitido en los casos de violación y riesgo para la vida o salud de la madre.