La temporada de incendios en el Oeste de Estados Unidos, que en los últimos años acostumbraba a alcanzar su pico en otoño, empezó este 2021 varios meses antes y ya hay decenas de grandes fuegos activos en la zona, dos de los cuales han superado las 38 mil hectáreas.Los principales factores que explican por qué las llamas se están propagando con tanta facilidad cuando todavía no se ha llegado a la mitad del verano son la sequía extrema de la región, tras una temporada de lluvias en que las precipitaciones fueron insólitamente bajas, así como las altísimas temperaturas registradas en las últimas semanas.En California se han declarado en lo que va de año más de cuatro mil 900 incendios, una cifra que ya supone el 50% de los fuegos que azotaron a ese estado en la totalidad de 2020, el peor año de su historia en cuanto a número de incendios y superficie quemada.Esta cifra, muy alta ya por sí misma, cobra todavía mayor relevancia y desata los peores presagios si se tiene en cuenta el pronóstico para octubre y noviembre, los meses en los que tradicionalmente los incendios se vuelven más virulentos.De las decenas de grandes fuegos activos en la actualidad, el mayor de todos es el de “Bootleg” en Oregón, que ya lleva más de 80 milhectáreas calcinadas, y los bomberos no prevén tenerlo completamente contenido hasta finales de otoño.El fuego quema está activo desde hace una semana y afecta una zona montañosa y de vegetación en el Bosque Nacional de Fremont-Winema.