La Justicia rusa volvió a encerrar en la cárcel al líder opositor, Alexéi Navalni, lo que le impedirá participar en la protesta nacional contra la impopular reforma de pensiones, proyecto del Gobierno que es rechazado por la mayoría de la población. Navalni, detenido el pasado sábado, fue condenado a 30 días de cárcel por organizar a principios de año una manifestación no autorizada contra el Kremlin en la que participaron miles de personas. El tribunal acusó al opositor no sólo de organizar, sino también de participar en Moscú en un acto de protesta que acabó convirtiéndose en una marcha multitudinaria a favor del boicot de las elecciones presidenciales de marzo, en las que el líder ruso, Vladimir Putin, fue reelegido para un cuarto mandato. Entonces, Navalni, quien llamó al boicot después de que se le privara del derecho de presentar su candidatura y desafiar a Putin en las presidenciales por tener antecedentes penales, fue detenido, pero fue puesto en libertad horas después. Durante la sentencia judicial, el opositor denunció que el único objetivo de su condena era impedirle participar en los preparativos de la protesta nacional el 9 de septiembre contra la reforma de las pensiones, proyecto al que se opone casi 90% de la población, según las encuestas. Nalvani se ha convertido en uno de los mayores críticos de la reforma, que aumenta la edad de jubilación en ocho años para las mujeres (de 55 a 63) y en cinco para los hombres (de 60 a 65). Aunque el Gobierno intentó amortiguar el impacto de la ley al anunciarla el 14 de junio, el día que se inauguró la Copa Mundial de fútbol, el descontento popular ha ido en aumento, especialmente después de que el Parlamento aprobara el proyecto en primer lectura.
