La bomba de racimo es un tipo de armamento que está prohibido por más de 100 países, entre los que no se encuentran Ucrania ni Rusia. Naciones Unidas la describe como “un arma que consiste en un contenedor o dispensador desde el cual se dispersan muchas submuniciones en áreas amplias”. El problema con este tipo de armas es que pueden impactar en una zona demasiado amplia y cuentan con un margen de error muy elevado. Así, muchas de las submuniciones que desprenden “no son fiables y no explotan”, lo que crea un posible impacto humanitario en los civiles no solo durante el conflicto, sino “mucho después de que termine”, según la ONU.“Para poder usar este tipo de armamento debería ser en circunstancias bastante inusuales porque se propagan en un área muy amplia y pueden no detonar inmediatamente, sino mucho tiempo después."Sería muy difícil usarlas de manera en la que puedas estar seguro que no van a causar daño a la población civil”, explicó Nicholas Marsh, investigador senior del Instituto de Investigación de la Paz de Oslo.“Si este armamento se usa en una ciudad no hay ninguna forma que se pueda distinguir entre objetivos militares y civiles”, comentaba Marsh.La utilización de las bombas de racimo fue prohibida en un tratado internacional en la Convención sobre Municiones en Racimo en 2010, según recoge Naciones Unidas. Esta comenzó en diciembre de 2008 y terminó en agosto de 2010, con la colaboración de la sociedad civil y las organizaciones internacionales. El tratado contempla aspectos como la prohibición de su uso, producción, almacenamiento y transferencia, así como la destrucción de las reservas que cada país pudiera tener de ese tipo de armamento y la limpieza de las áreas que resultaran contaminadas.Hasta el momento 110 países se han comprometido a cumplirla.Marco Sassòli, profesor de Derecho Internacional en la Universidad de Génova (Italia), señala que “muchos Estados han decidido prohibirlas porque la experiencia muestra que incluso cuando estas bombas están dirigidas a objetivos militares, debido a la fragmentación, frecuentemente se hiere a civiles”.Sin embargo, en el convenio internacional sobre bombas de racimo no figura la adhesión de Rusia ni Ucrania. “Unos 80 o 90 Estados no son parte de esa convención, como Estados Unidos, Israel, Ucrania o Rusia”, enumeró Sassòli.Los países que ratifican la Convención están obligados a que, "bajo ninguna circunstancia":Usar municiones de racimo.Desarrollar, producir, adquirir de otra manera, embodegar, retener o transferir a cualquiera, directamente o indirectamente, municiones de racimo.Asistir, promover o inducir a que cualquiera tome acción en cualquier actividad prohibida por un estado partido bajo esta norma.Naciones que no han suscrito la declaración:Estados Unidos de AméricaRusiaChinaIndiaIránPakistánTurquíaCorea del NorteCorea del SurUcraniaCR