La Oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos pidió que se investigue el ataque a la presa Nueva Kajovka en Ucrania y que se determine su autoría.En un mensaje publicado en su cuenta oficial de Twitter, la oficina lamentó la explosión ocurrida anoche en una represa en la región meridional de Jersón, ocupada parcialmente por Rusia, que ya ha provocado graves inundaciones en la cuenca del río Dniéper."Grandes inundaciones ya están afectando gravemente a muchos civiles y a sus derechos a la vivienda, a la salud, a los medios de subsistencia, al medio ambiente saludable y al acceso al agua limpia", dijo la oficina en su tuit. Añadió que este hecho se suma al sufrimiento de la población en medio de la invasión rusa de Ucrania.En las últimas horas, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) avisó de que la destrucción de esta infraestructura es una violación del derecho internacional, que protege de forma específica este tipo de infraestructuras.Rusia y Ucrania se culpan mutuamente de ser los responsables de la explosión de la presa. El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, afirmó este martes que la destrucción de la presa ucraniana de Nueva Kajovka es una "consecuencia directa de la guerra de agresión" que Rusia ha lanzado contra Ucrania y demuestra que esa invasión es "totalmente inaceptable"."La destrucción de Kajovka demuestra la brutalidad de esta guerra y es una consecuencia de la guerra de agresión que el presidente (de Rusia, Vladímir) Putin y Moscú han lanzado contra Ucrania, señaló Stoltenberg al ser preguntado en rueda de prensa en Bratislava si tiene información de que ese ataque se pueda atribuir a Rusia.El líder de la Alianza afirmó, como había hecho previamente, que la voladura de la presa es un acto "indignante" que ha puesto en riesgo a cientos de civiles debido a las inundaciones causadas a lo largo del río Dniéper, línea divisoria entre los ejércitos ruso y ucraniano y de cuyo colapso se acusan los dos países mutuamente.La rotura de la presa ha obligado a evacuar a cientos de personas en las dos orillas del río y daños ecológicos aún por cuantificar.JM