Los ucranianos celebraron este sábado la retirada de las tropas rusas de Jersón y empezaron a documentar los "crímenes" cometidos en esa ciudad del sur del país durante los ocho meses de ocupación."Estamos todos eufóricos", dijo el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, al día siguiente de la partida de los invasores confrontados desde hace semanas a una importante contraofensiva militar en el sur y el este."Antes de huir de Jersón, los ocupantes destruyeron toda la infraestructura crítica", incluyendo las comunicaciones, el suministro de agua, la calefacción y la electricidad, añadió.Pese a esa devastación, el himno ucraniano volvió a sonar en la ciudad y la televisión nacional reanudó su programación. El proveedor de energía de la región indicó que estaba trabajando para restablecer el suministro eléctrico.El ejército ucraniano reconquistó más de 60 localidades de la región de Jersón, una de las cuatro que el presidente ruso, Vladimir Putin, proclamó anexionadas en septiembre a la soberanía de Moscú."Ahora todo volverá a su lugar", dijo Svtilana Galak, una residente de Pravdyne, a 50 km de la capital regional."¡Victoria, por fin!", añadió la mujer, de 43 años, que perdió a su hija mayor en la guerra. "¡Somos Ucrania!", exclama su marido, Viktor, de 44 años.Aún se pueden ver minas antitanque desactivadas y granadas en el pueblo. Algunos edificios llevan la marca de los combates.Según Zelenski, más de dos mil explosivos fueron retirados tras el repliegue ruso.El jefe de la policía ucraniana, Igor Klymenko, pidió cautela a los habitantes por las posibles minas terrestres.También reveló que unos 200 agentes estaban montando controles de carretera y registrando "los crímenes de los ocupantes rusos".JM