Desde que Rusia inició su ofensiva a Ucrania, el pasado 24 de Febrero, las estadísticas han demostrado un incremento de ciudadanos rusos y ucranianos que intentan alcanzar Estados Unidos por medio de la frontera mexicana, lo que ha conllevado a que se refuercen las medidas de seguridad fronterizas. De acuerdo con datos de la oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés), de momento tuvieron que restringir ciertos carriles de acceso a Estados Unidos, en específico en la franja fronteriza de Tijuana, para que los conductores numerosos puedan identificarse sin contratiempos. Se está dando un fenómeno particular: los inmigrantes rusos y ucranianos viajan como turistas desde las incertidumbres de Europa a México, después compran automóviles usados, se internan en los Estados Unidos por la frontera, y por último se entregan a las autoridades federales estadounidenses con el propósito de solicitar asilo. La CBP compartió que, hasta el momento, 6 mil 400 rusos y cerca de mil ucranianos han entrado a Estados Unidos utilizando este método. Los números se han incrementado, no obstante, desde que inició el conflicto bélico. La situación es distinta para los países de América Latina, pues a diferencia de los rusos y ucranianos, para los migrantes latinoamericanos sigue vigente el terrible mecanismo del Título 42, concebida desde el mandato de Trump, y que le da la autoridad completa a los agentes fronterizos para regresar sin apelación, a las fronteras mexicanas, a todos los solicitantes de asilo. Con el conflicto latente, se espera que lleguen aún más migrantes provenientes de Europa. Con información de EFEFS