Luego de que el 24 de marzo, Amnistía Internacional anunció un “Día Mundial de Acción” en el que se exigiera que Rusia detenga los ataques en Ucrania, un activista se presentó en el Edificio de Duma (frente al Parlamento de San Petersburgo), en Moscú, donde se manchó con sangre falsa para protestar contra la invasión.La activista, al momento que se manchaba, gritaba “¡mi corazón sangra!”, en sus pies había un cartel que decía no apoyemos el "derramamiento de sangre".Al momento se presentaron autoridades que retiraron el cartel y se llevaron detenida a la activista, que no puso ninguna resistencia , sin embargo nunca paró de gritar su consigna.Desde que comenzó la invasión rusa, aproximadamente 20 mil protestantes han sido detenidos por pronunciarse en contra de los ataques de Moscú.DO