Francia anunció este miércoles el cierre de todos los bares y restaurantes de la ciudad mediterránea de Marsella, la segunda del país, e impuso nuevas restricciones en París para intentar frenar una segunda ola de COVID-19."Globalmente la situación se sigue degradando en algunos territorios y las consecuencias sanitarias, en particular la tensión en los hospitales, exige que tomemos medidas adicionales", declaró el ministro de Salud Olivier Véran.Marsella (sureste), así como la isla de Guadalupe, en el Caribe, que son dos de las zonas más golpeadas por el rebrote del virus, fueron declaradas en "alerta máxima".Este nivel de alerta, que precede al estado de urgencia sanitaria, obliga a cerrar todos los bares y restaurantes, una medida que temía todo un sector que se tambalea desde el confinamiento de la primavera.Por otra parte, once grandes ciudades, incluyendo la capital, París, Lille (norte), Burdeos (suroeste), Lyon (sureste) y Niza (sureste) fueron declaradas en "zona de alerta reforzada".En estas ciudades los bares cerrarán a las 22:00 horas y se prohibirán las reuniones de más de 10 personas en el espacio público.Asimismo, el aforo máximo para los grandes eventos se reducirá a mil personas, frente a las cinco mil permitidas actualmente.Esta medida, que se aplicará "a partir del sábado, previa consulta entre el prefecto y los cargos electos locales", debería afectar especialmente al torneo de tenis de Roland Garros, que comenzará el domingo, cuatro meses más tarde de lo previsto, y que ya había previsto reducir su aforo a cinco mil espectadores.JM