El primer ministro británico, Keir Starmer, condenó ayer los disturbios violentos de la extrema derecha que estallaron este fin de semana en varias ciudades británicas y prometió llevar “rápido” ante la Justicia a sus responsables.“Si se ataca a las personas por el color de su piel o su fe, entonces eso es extrema derecha y estoy dispuesto a decirlo. Esto es violencia, no es protesta. No importa cuál sea el motivo”, dijo Starmer en una declaración, tras los focos de violencia instigados por grupos contra inmigración y contra el Islam registrados en el Reino Unido.La población del Reino Unido quiere ver “sus calles seguras y eso es lo que estoy decidido a ofrecer. Lo lamentarán”, agregó el líder laborista.“Que el mensaje sea absolutamente claro: si participas en esta violencia, te arrepentirás y serás llevado ante la Justicia lo antes posible”, dijo. “La gente de este país tiene derecho a estar segura y sin embargo hemos visto a comunidades musulmanas atacadas, ataques a mezquitas”, dijo el primer ministro. “Otras comunidades minoritarias atacadas, saludos nazis en la calle, ataques a la policía, violencia desenfrenada junto con retórica racista, así que no, no me avergonzaré de llamarlo por su nombre: violencia de extrema derecha”, indicó.Algunas protestas continuaron ayer en algunas localidades, entre ellas Rotherham, en el Norte de Inglaterra, donde un grupo de manifestantes arrojó piedras y sillas contra un hotel que alberga a solicitantes de asilo.El malestar de los grupos ultraderecha aumentó al divulgarse por las redes sociales información incorrecta de que el agresor en una escuela era solicitante de asilo.Las protestas antiinmigración y contrarias al Islam organizadas en múltiples pueblos y ciudades del Reino Unido, apoyadas por grupos como la Liga de Defensa Inglesa, acabaron en disturbios. CT