Al menos 18 cuerpos más fueron recuperados hoy entre lodo y tierra del deslave que sepultó un campamento minero en la norteña provincia filipina de Benguet, tras el paso del poderoso tifón “Mangkhut” el fin de semana, que ha dejado al menos 81 muertos. Pese a las nulas esperanzas de encontrar sobrevivientes, decenas de rescatistas continuaron este miércoles removiendo el lodo y tierra que cayeron sobre un edificio y otras viviendas del municipio de Itogon, en Benguet, donde más de un centenar de mineros y sus familias se refugiaron de la tormenta. El director de la Policía de Benguet, Lyndon Mencio, confirmó este miércoles que al menos 57 personas continúan sepultadas, aunque dijo que se espera que la cifra de víctimas se mucho mayor, ya que la gente ha estado llegando en masa al sitio, en busca de sus parientes o amigos desaparecidos. "Los rescatistas están recuperando los cuerpos manualmente porque es imposible llevar equipo pesado al sitio debido a la erosión de la carretera y las peligrosas pendientes peligrosas", indicó Mencio al diario filipino The STAR. Para llegar al sitio del deslave, explicó, se requiere caminar durante casi dos horas desde la carretera más cercana y recorrer senderos empinados y resbaladizos, con una pendiente de hasta 40 grados, lo que imposibilita el acceso de maquinaria pesada. El responsable policial destacó que en las labores participan entre 200 y 500 miembros de las unidades de rescate del Ejército, del gobierno local y socorristas de organizaciones humanitarias privadas y agencias internacionales, como el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR). Mencio dijo que los esfuerzos para recuperar a posibles sobrevivientes se desvanecen conforme pasan los minutos, ya que cada vez son más difíciles, a medida que el enorme montículo de tierra, debajo del cual aún se cree, pueden estar docenas de personas, comenzaba a secarse y endurecerse. "La Policía instaló una tienda de campaña en la zona para colocar los cadáveres recuperados, y proceder con las labores para la obtención de huellas dactilares para su identificación", indicó. Agregó que los rescatistas todavía estaban tratando de ubicar el lugar exacto en el que una vez estuvo una capilla, la cual fue cubierta por una avalancha de lodo y escombros el sábado pasado, debido a las lluvias torrenciales y fuertes vientos que trajo consigo el tifón “Mangkhut”. El súper tifón tocó tierra el sábado pasado en Itogon con vientos de más de 205 kilómetros por hora (km/h) y ráfagas de hasta 305 km/h, afectando a cerca de cinco millones de filipinos, que fueron trasladados a más de 150 mil refugios.“Mangkhut”, conocido en Filipinas como “Ompong”, destruyó cultivos de arroz y maíz por un valor estimado en 177 millones de dólares, dañó 450 viviendas en nueve provincias del extremo norte y provocó la muerte de al menos 81 personas, según estimaciones de las autoridades. El tifón, el más poderoso en lo que va este año, también azotó a Hong Kong, donde dejó cuantiosos daños materiales, y la provincia meridional china de Guangdong, donde al menos cuatro personas murieron y más de 200 resultaron heridas.NM