Miles de manifestantes contrarios a portar el cubrebocas y a las medidas de restricciones contra el coronavirus tomaron las calles en varias ciudades de Europa, con la mayor aglomeración, en Berlín, interrumpida por la Policía por no respetar los gestos de protección.En Londres, un millar de inconformes, congregados en Trafalgar Square, pidieron el “fin de la tiranía médica”.En París, 200 a 300 personas protestaron contra la obligatoriedad de la mascarilla. Sophie, una parisina de unos 50 años, acudió a manifestarse en “favor de la libertad de elegir”: “Soy una ciudadana que se opone a medidas liberticidas que no tienen ninguna justificación médica”.Otro millar de personas se manifestó en la ciudad helvética de Zúrich.En Berlín, uniformados interrumpieron la marcha de unas 20 mil personas porque no se estaban respetando las reglas de seguridad exigidas por el Gobierno.Los inconformes “incumplieron la distancia mínima, pese a las reiteradas demandas” de las fuerzas del orden.Las autoridades alemanas detuvieron a unos 300 manifestantes.Las protestas se llevaron a cabo en un contexto de creciente malestar entre la opinión pública alemana por las restricciones decretadas contra la pandemia, pese a que no han sido tan draconianas como en España o Italia, países mucho más golpeados por el COVID-19.AFPA poco más de seis meses de registrar su primer caso de coronavirus, Brasil superó ayer los 120 mil muertos de COVID-19.El gigante sudamericano, de 212 millones de habitantes, registraba hasta anoche 120 mil 262 muertes por la pandemia y tres millones 846 mil 153 de casos, informó el Ministerio de Salud en su actualización diaria.A diferencia de Europa y Asia, donde el virus golpeó con fuerza y luego disminuyó, en el país sudamericano avanza a un ritmo lento y devastador, afirmó Christovam Barcellos, investigador de la prestigiosa institución científica Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz). “Desde el inicio de la pandemia, la curva de Brasil ha sido diferente a la de otros países, mucho más lenta”.“Ahora se ha estabilizado, pero a un nivel muy peligroso: alrededor de mil muertes y 40 mil casos por día. Brasil todavía no ha pasado el pico”, agregó.Esa nación confirmó su primer caso el 26 de febrero, un empresario de Sao Paulo que regresaba de un viaje a Italia, y registró su primera muerte el 16 de marzo.
