El primer ministro belga, Charles Michel, afirmó hoy que Bélgica "tiene un interlocutor" en el contexto de la crisis catalana, "que es el Gobierno de Madrid", y abogó por "una solución política duradera" para resolver el conflicto, que "está en España y no en Bélgica"."No hay ninguna ambigüedad. Tenemos un interlocutor que es el Gobierno de Madrid, el Gobierno de España, por todos los canales diplomáticos", afirmó Michel ante los diputados de la Comisión de Interior del Parlamento Federal, en un debate centrado en la situación en Cataluña.La situación de Cataluña irrumpió hoy de lleno en la agenda política belga, en un debate en la Comisión de Interior del Parlamento federal belga y otro en la cámara regional de Flandes, que tratará el asunto esta tarde.En el debate federal, 11 de las 22 preguntas presentadas al primer ministro estuvieron centradas en la crisis catalana y el papel de Bélgica desde la llegada del expresidente cesado Carles Puigdemont a Bruselas el pasado día 30.Pese a los adjetivos de algunos eurodiputados a la crisis, que la tildaron de "affaire belgocatalane" (asunto belgocatalán), Michel insistió en que "hay una crisis política en España y no en Bélgica", que "ha propiciado comentarios políticos e interpretaciones mediáticas".Así respondió Michel a las reacciones de miembros de su Gobierno de coalición, con la Nueva Alianza Flamenca (la separatista N-VA) como partido mayoritario, que se han sucedido estos días pese a que el primer ministro pidió "discreción", según admitió durante el debate, "hasta esclarecer por qué Puigdemont venía a Bélgica".Tras las "declaraciones públicas" de Puigdemont en una rueda de prensa en Bruselas, dijo Michel, su Gobierno aboga por "una posición de sentido común".Puigdemont, añadió, es un "ciudadano europeo que debe responder de sus actos con derechos y obligaciones, sin privilegios, ni más ni menos, a quien guste y no guste"."Esto quiere decir que el Gobierno belga trata con el respeto del Estado de Derecho la situación de todos los ciudadanos europeos", explicó.A las preguntas sobre el papel del Ejecutivo belga en la crisis, Michel subrayó que "el asunto está en manos de la Justicia"."Como primer ministro, considero que no debo pronunciarme sobre las decisiones de la Justicia. Ni en Bélgica, ni en otro país europeo", subrayó.Michel admitió que si bien la crisis está en España "ha habido un rebote judicial en Bélgica", pero consideró que "no es una cuestión política, sino judicial"."Hay que dejar a la Justicia trabajar, sobre la orden de detención europea el Gobierno no se pronunciará", añadió.En sus últimas declaraciones públicas sobre este asunto, Michel llamó al orden al secretario de Estado de Migración y Asilo, Theo Francken, cuando dijo que Puigdemont podía solicitar asilo en Bélgica, y señaló que esto no estaba "en absoluto en el orden del día" del Gobierno.