El expresidente catalán Carles Puigdemont afirmó hoy en Berlín que el fin de semana próximo regresará a Bélgica y que desde allí tiene la "voluntad de continuar el mandato de la gente" y proseguir con su actividad política.Puigdemont hizo estas declaraciones en una rueda de prensa en la capital alemana junto a su equipo de abogados después de quedar en libertad en este país tras la retirada de la orden de extradición española por los presuntos delitos de malversación de fondos y rebelión."Siempre hemos tenido disposición al diálogo, pero hay que abordar ya lo esencial, la relación entre España y Cataluña", afirmó Puigdemont, quien aseguró que quizá no pise suelo español en 20 años, pero seguro que en ese tiempo pisará "suelo catalán"."Hoy mismo podría pisar suelo catalán", aseguró Puigdemont, quien precisó que eso sería "en la parte del actual estado francés, pero no dejaría de ser Cataluña".Precisó que abandonará Alemania con destino a Bélgica el sábado próximo por la mañana, que le acompañará su familia y que los últimos cuatro meses en suelo alemán le han "marcado" su vida.Aseguró que tiene diversas invitaciones para participar en eventos tanto en Alemania "como en diversos países europeos" y agregó que tiene "intención de poder aceptar esas invitaciones", aunque no precisó dónde o cuándo podría trasladarse.El líder soberanista apreció que con el nuevo Gobierno español presidido por el socialista Pedro Sánchez se ha producido un "cambio de estilo, de clima y de lenguaje", y aludió a que la entrevista que mantuvo el jefe del Ejecutivo español con el presidente de la Generalitat, Quim Torra, se produjo de "manera respetuosa"."Pero ahora tiene que venir el tiempo no de los gestos sino de los hechos", continuó Puigdemont, quien aseguró: "hemos demostrado siempre disposición, y la tendremos siempre, al diálogo, pero hay que abordar lo esencial"."Y no se entendería que después de todo en las conversaciones políticas no se hablara de la relación entre Cataluña y España", añadió Puigdemont, quien defendió que se respete "la voluntad de que decida un pueblo sobre su futuro y su destino".