El Estado australiano de Nueva Gales del Sur decretó siete días de emergencia debido a los incendios forestales que siguen sin control en la región. La emergencia fue ordenada por la primera ministra local, Gladys Berejiklian, y comenzará hoy con la posibilidad de evacuaciones forzadas y cierre de caminos.Según las autoridades, las llamas destruyeron 381 viviendas Nueva Gales esta semana y al menos ocho personas fallecieron en ese Estado y en Victoria, las dos regiones más pobladas de Australia, donde hay más de 200 fuegos activos.Un descenso en las temperaturas registrado desde el martes ayudó a las labores de extinción y permitió a los residentes reabastecerse. Sin embargo, se espera que la situación se deteriore mañana con un nuevo aumento de las temperaturas y la vuelta de los fuertes vientos.“Es posible que las condiciones del sábado sean tan malas o peor que las que vimos el martes”, explicó el subdirector del Departamento de Bomberos Rurales de Nueva Gales del Sur, Rob Rogers.El fuego ha arrasado con unas cinco millones de hectáreas de tierra, ha dejado 17 fallecidos en todo el país y más de mil 400 viviendas destruidas.La crisis podría durar meses, adelantó el primer ministro australiano, Scott Morrison: “Esto continuará hasta que tengamos lluvias decentes que puedan lidiar con algunos de los fuegos que llevan ardiendo muchos, muchos meses”.Las autoridades de Nueva Gales también ordenaron a los turistas que abandonen una zona de 250 kilómetros a lo largo de su pintoresca costa sur. Fue la “mayor reubicación masiva de gente a fuera de la región nunca vista”, dijo el ministro estatal de Transporte, Andrew Constance.