El número dos de Unicef, Justin Forsyth, dimitió ayer luego de que saliera a la luz la supuesta conducta inapropiada que tuvo con empleadas de Save the Children, la ONG que dirigió anteriormente, y en medio de la indignación que han generado malas prácticas similares en el sector humanitario.Forsyth, que fue investigado por esa organización en tres ocasiones y ofreció en su momento disculpas “sin reservas” a las trabajadoras, aseguró que renuncia por el “riesgo de hacer daño” a Unicef, donde entró en 2016, a Save the Children y a su “amplia causa”.“Quiero dejar claro que no renuncio a Unicef a causa de los errores que cometí en Save the Children. Ya fueron tratados en un proceso apropiado hace muchos años”, expresó a través de un comunicado de prensa. “Renuncio por el riesgo de dañar tanto a Unicef como a Save the Children y nuestra más amplia causa. Dos organizaciones que realmente quiero y respeto. No puedo dejar que eso suceda”.La directora de la organización, Henrietta Fore aceptó la renuncia de Forsyth y destacó el trabajo que realizó en Unicef en los últimos dos años “para abogar por los niños más vulnerables”.Mientras Forsyth dirigía Save the Children, fue acusado por tres trabajadoras, en 2011 y 2015, de enviarles mensajes de texto inapropiados, comentar la ropa que llevaban o cómo se sentía con ellas, según publicó esta semana la cadena BBC.Aunque dijo no tener duda de que la cobertura de su caso busca “con razón” hacerle “rendir cuentas” por su conducta, denunció que también se trata de un “intento de hacer daño serio” al trabajo de esas organizaciones humanitarias y la ayuda que prestan.La ONU suma denunciasLa ONU recibió 40 nuevas acusaciones de abusos o explotación sexual supuestamente cometidos por personal de la organización entre octubre y diciembre de 2017, informó ayer el portavoz Stéphane Dujarric. De las 40 acusaciones, 15 tienen que ver con operaciones de paz, y las otras 25 son casos relacionados con sus agencias, fondos y programas, que incluyen ocho que afectan a socios de la ONU.El grupo de ayuda Oxfam Gran Bretaña quedará suspendido en Haití por los próximos dos meses mientras está pendiente una investigación de supuestos abusos sexuales cometidos por parte de sus empleados, dijo ayer el Gobierno haitianoHaití investiga cómo Oxfam Gran Bretaña respondió a reportes de que algunos de sus empleados usaron prostitutas mientras trabajaban en el país tras el terremoto de enero de 2010, dijo el ministro de Planificación, Aviol Fleurant.“Las acciones de Oxfam han tocado la dignidad del pueblo haitiano. La decisión del Gobierno es para decir al mundo que Haití no es este país donde las ONG pueden hacer lo que quieran”, dijo Fleurant.Oxfam rebeló que siete de sus trabajadores fueron despedidos o renunciaron en 2011 luego de que un informante denunció los abusos sexuales y se confirmó que algunos de los empleados usaron prostitutas.Este mes, el periódico Times reveló detalles del caso, lo que ha llevado a miles de personas a cancelar sus donaciones al grupo.Pese a la suspensión, Oxfam afirmó que sus “afiliados” continuarán “trabajando en importantes proyectos de reconstrucción y desarrollo” en Haití.