El ministro de Asuntos Exteriores iraní, Mohamad Yavad Zarif, denunció hoy que las políticas "desestabilizadoras e intervencionistas" de Estados Unidos han fomentado y complicado las crisis de Oriente Medio."Su intervención en la región ha sido el principal desafío que ha alimentado las crisis actuales y las ha complicado aún más", dijo Zarif en un discurso durante la segunda conferencia de seguridad de Teherán.El jefe de la diplomacia iraní consideró que EU "continúa ignorando las realidades de la región y persiste en sus políticas desestabilizadoras y destructivas, como mantener su presencia militar ilegal en Siria".En su alocución ante los cerca de 200 asistentes nacionales y extranjeros a la conferencia, Zarif también criticó a los otros dos principales enemigos de Irán: Israel y Arabia Saudí."La ocupación de Palestina sigue siendo el problema más crítico que afronta la región y el mundo entero. Todos los asuntos regionales están influenciados directa o indirectamente por esta gran amenaza", indicó.En cuanto a Arabia Saudí, calificó de "otra fuente importante de tensión en la región" la continuación de la intervención militar en el Yemen de la coalición militar liderada por Riad.También aludió Zarif a la potencia suní al aseverar que ningún país debe buscar la hegemonía regional, y al condenar la compra masiva de armas y la carrera armamentística en Oriente Medio.El responsable iraní abogó en su discurso por el diálogo y la cooperación entre los países de la zona para afrontar los actuales riesgos, entre los que citó el terrorismo y los intentos separatistas de algunas regiones como el Kurdistán iraquí.Las autoridades iraníes llevan asimismo más de una semana acusando a EU, Israel y Arabia Saudí de estar detrás de las recientes protestas antigubernamentales registradas en Irán."EU ha recurrido a cualquier medida para asestar un duro golpe a Irán, pero ha sido derrotado y será vencido también en el futuro", manifestó hoy el jefe del Ejército, el general Abdolrahim Musaví.Las protestas, que acabaron el pasado miércoles, empezaron denunciando los problemas económicos del país pero derivaron en críticas más fuertes contra el propio sistema de la República Islámica.Una veintena de personas murieron y un millar fueron detenidas durante los seis días de protestas y disturbios, al los que el presidente estadounidense, Donald Trump, no dudó en dar su apoyo en Twitter.
