El Sumo Pontífice reconoció que perdió la paciencia con una mujer que trataba a su mascota como a su ‘hijo’. A inicios del año ya había criticado a personas que prefieren tener mascotas en vez de procrear. El Papa Francisco formó parte del foro Estados Generales de la Natalidad, organizado en Italia por el Foro de las Asociaciones Familiares. Durante su participación en el evento, recordó algunas situaciones que vivió con personas que suelen tratar a sus mascotas como si fueran sus hijos.De acuerdo con lo dicho, durante la misa se ha encontrado a varias mujeres que tratan a sus perros como a sus hijos. Pero en una ocasión, una le pidió que bendijera “a su niño” y sacó un perro del bolso, él “perdió la paciencia” y le dijo: “Señora, tantos niños tienen hambre y usted está con el perrito". Enfatizó que mientras existan tantos niños que sufren hambre es lamentable que algunas personas privilegien a sus mascotas por encima de la atención y cuidado que merecen los niños.En el mencionado encuentro, Francisco lamentó que el nacimiento de los niños se percibiera como “una carga sobre las familias” y esto “condiciona la mentalidad de las jóvenes generaciones, que crecen en la incertidumbre (...), en la desilusión y el miedo”.Ante esta situación, el Sumo Pontífice solicitó a los países de Europa aumentar la tasa de natalidad y promover políticas “con visión de futuro”.Sin embargo, a diferencia del Papa Francisco existen sacerdotes que no sólo cuidan a los lomitos, sino que también les buscan hogar como es el caso de el padre João Paulo Araujo Gomes.El padre João Paulo Araujo Gomes de la parroquia de Sant’Ana Gravatá, en Brasil, lleva años ayudando a perros callejeros, les ofrece alimento, cobijo, cuidados y atención a aquellos que llegan heridos.Este defensor de los perros callejeros aprovecha la atención de los feligreses que acuden a sus misas para presentar a los animales callejeros y encontrarles un hogar para siempre.Según relató el padre, todo comenzó cuando acudieron a su iglesia intentando venderle galletas para destinar las ganancias obtenidas a obras de caridad. “Les propuse recoger a los perritos, adoptarlos y permitirles que estuvieran en la iglesia”, dijo João.Sólo basta entrar a las redes sociales de este sacerdote para ver el trabajo constante que ha hecho. Su ambicioso plan es encontrar un hogar para cada animal de Gravatá sin casa. CR
