Representantes de Gran Bretaña y la Unión Europea (UE) realizan gestiones de última hora para tratar de llegar a un acuerdo comercial post-Brexit, teniendo como plazo el día de Año Nuevo.Las autoridades centrales se han involucrado en los tratos en un esfuerzo por hallar consenso en torno al último escollo: los derechos de pesca.Hasta el 1 de enero pasado eran compartidos por todos los miembros de la UE, pero tras su salida, Gran Bretaña se queda con el control de buena parte de esas aguas.Si el Gobierno británico insiste en retener la parte más fértil, podría verse castigada con duros aranceles a sus exportaciones y otras medidas punitivas.