El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, advirtió hoy a Occidente que no podrá obtener ventajas unilaterales a costa de Rusia, que empleará todos los medios a su alcance para defender sus intereses."En Occidente deben por fin entender que no se puede jugar contra una sola portería, que no tiene ningún futuro intentar conseguir ventajas unilaterales a costa nuestra", dijo el jefe de la diplomacia rusa en la VII Conferencia de Moscú sobre Seguridad Internacional.Subrayó que Rusia no quiere la confrontación, pero no dejará de defender sus intereses."No le imponemos nada a nadie, no pretendemos a la exclusividad ni menos aún a actuar como nos plazca. En nuestras relaciones nos guiamos por el derecho internacional, reconocemos el papel central de la ONU (...), no estamos interesados la confrontación ni en desatar una carrera armamentista", dijo.Al mismo tiempo, Lavrov enfatizó que Rusia empleará "todo el arsenal de medios" de que dispone para defender sus intereses, soberanía e independencia.Según el canciller ruso, "para agravar la confrontación y seguir demonizando a Rusia se orquestan burdas provocaciones políticas", en referencia al caso Skripal, el envenenamiento del exespía doble Serguéi Skripal, de 66 años y su hija Yulia, de 33, el pasado 4 de marzo en Salisbury (Inglaterra) tras su exposición a una sustancia neurotóxica, que, según Londres, fue fabricada en Rusia."El llamado caso Skripal ha sido el pretexto, inventado o escenificado, para la infundada expulsión masiva de diplomáticos rusos no sólo de Estados Unidos y el Reino Unido, sino de una serie de países, a la mayoría de los cuales simplemente les doblaron el brazo", dijo Lavrov.Agregó que hacía mucho tiempo que no se veía una "burla tan desembozada del derecho internacional, la ética diplomática y los modales más elementales"."Continuaremos reaccionando de manera adecuada a las acciones inamistosas, pero al mismo tiempo queremos establecer la verdad", afirmó el ministro.Insistió en que la investigación de lo ocurrido en Salisbury se lleva a cabo conforme a lo establecido en la Convención para la Prohibición de la Armas Química y con la participación de Rusia, a la que se opone el Gobierno del Reino Unido.