La Organización Mundial de la Salud (OMS) decidió mantener la emergencia internacional por la pandemia de COVID-19, en vigor desde hace casi dos años y medio, y alertó de los peligros que entraña la actual relajación en el seguimiento de los contagios que se advierte en muchos países.“Hay una enorme desconexión entre la percepción que se tiene de la COVID entre comunidades científicas, líderes políticos y opinión pública”, lamentó en rueda de prensa el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, tras confirmar que el organismo mantiene el máximo nivel de emergencia por la pandemia.Tras tres horas y media de deliberaciones, los expertos del comité, presidido desde enero de 2020 por el epidemiólogo francés Didier Houssin, concluyeron que la COVID “sigue constituyendo un evento extraordinario que aún impacta de forma adversa en la salud global”.El comité advirtió por otro lado de que el descenso en las pruebas en muchos países, en un momento de proliferación de casos leves en aquellos con altas tasas de vacunación, está afectando a la capacidad de los expertos para analizar la evolución del coronavirus.Lamentaron en este sentido “la reducción en la cobertura y en la calidad de la vigilancia”, que se traduce entre otras cosas en un menor envío de secuenciaciones genómicas de casos de covid en todas las regiones.“El virus está circulando libremente y los países no están gestionando eficazmente el riesgo de acuerdo con sus capacidades”, aseguró la OMS. Los expertos de la OMS mantuvieron la recomendación de vacunar al menos al 70% de las poblaciones nacionales para reducir los casos graves y los fallecimientos, y aconsejaron ayudar a los países que no han alcanzado aún tasas del 20 % con el fin de que puedan desarrollar estrategias para ampliar las inoculaciones en sus territorios.Al mismo tiempo recomendaron que sigan las medidas para reducir la expansión del virus en eventos multitudinarios, y otras individuales tales como el uso de mascarillas, el distanciamiento físico o la higiene frecuente de manos.