Una nueva explosión, la octava del día, ocurrió a primera hora de la tarde en un complejo de viviendas en Colombo, lo que se suma a otras cuatro ocurridas en hoteles y a otras tres en iglesias en varios puntos de Sri Lanka, en una jornada trágica para el país isleño con 187 muertos y 469 heridos.La explosión en el complejo residencial en Dematagoda, en Colombo, ocurrió poco después de que se produjera otra detonación con dos muertos en un pequeño hotel situado a unos 100 metros del zoológico de Dehiwala, a una decena de kilómetros al sur de la capital."Las explosiones en Dehiwala y Dematagoda parecen haber sido causadas por los que huyen de la justicia", afirmó el ministro para las Reformas Económicas y la Distribución Pública, Harsha de Silva, en la red social Twitter, en lo que parece un alusión a los autores de los ataques de hoy, aunque no dio más detalles.El ministro de Defensa, Ruwan Wijewardene, aseguró también por su parte en una breve rueda de prensa que tomarán "medidas contra cualquier grupo extremista que esté operando" en Sri Lanka, aunque tampoco aclaró quiénes podrían estar detrás de los atentados.El número de muertos asciende por ahora a 187, afirmó el portavoz de la Policía de Sri Lanka, Ruwan Gunasekara, mientras que varias fuentes hospitalarias elevaron la cifra total de heridos a 469.Tras las ocho explosiones, el Gobierno ha decretado el estado de emergencia y la policía ha impuesto el toque de queda con efecto inmediato ante el temor a nuevos ataques. Además WhatsApp, Viber y Facebook han sido bloqueados temporalmente, mientras las redes móviles e internet están saturadas y apenas funcionan, a lo que se suma la suspensión de los servicios de autobús en Colombo.Las seis primeras explosiones ocurrieron de forma coordinada hacia las 8.45 horas (2.30 GMT) en al menos tres hoteles de lujo en Colombo y también en una iglesia de la capital, otra en Katana, en el oeste del país, y la tercera en Batticaloa, en el este de la isla, explicó Gunasekara.La séptima detonación, en la que hubo dos fallecidos, se registró horas más tarde en un pequeño hotel situado a unos 100 metros del zoo de Dehiwala, un suburbio ubicado a una decena de kilómetros al sur del centro de Colombo, en tanto que la octava y última, hasta el momento, tuvo lugar en un complejo de viviendas en la zona de Dermatagoda, también en la capital.Los ataques contra minorías religiosas en la isla se han venido repitiendo en el pasado, los últimos de relevancia en 2018, cuando el Gobierno tuvo que declarar el estado de emergencia después de se produjeran enfrentamientos entre musulmanes y cingaleses budistas con dos muertos y decenas de detenidos.En Sri Lanka la población cristiana representa el 7.4 %, mientras que los budistas son el 70.2%, los hinduistas son el 12.6 % y los musulmanes el 9.7%, según datos del censo de 2011.Sin embargo, atentados de esta magnitud no habían tenido lugar en Sri Lanka desde la guerra civil entre la guerrilla tamil y el Gobierno, un conflicto que duró 26 años y finalizó en 2009, y que dejó según datos de la ONU más de 40 mil civiles muertos.