La policía informó que dos personas murieron y otras dos se encontraban desaparecidas a causa de las lluvias torrenciales que causaron graves daños en la ciudad más grande de Nueva Zelanda.Las autoridades declararon estado de emergencia para la región metropolitana de Auckland, y el nuevo primer ministro de la nación, Chris Hipkins, se dirigía a la ciudad en un avión militar para evaluar los daños."Los habitantes de Auckland deben prepararse para el hecho de que podría llover más", declaró Hipkins.